lunes, 18 de enero de 2010

2.1 EL DEPARTAMENTO DEL CAUCA, GENERALIDADES

El departamento de Cauca está localizado en el suroeste de la República de Colombia, entre las regiones andina y pacífica; se ubica entre los 00º58’54’’ y 03º19’04’’ de latitud norte y los 75º47’36’’ y 77º57’05’’ de longitud oeste. Con una superficie de 29.308 km2, contiene el 2.56 % del territorio nacional. Limita por el Norte con el departamento del Valle del Cauca, por el Este con los departamentos de Tolima, Huila y Caquetá, por el Sur con Nariño y Putumayo y por el Oeste con el océano Pacífico, y posee una de las más importantes riquezas ambientales y de diversidad cultural del país como atractivos turísticos que pueden ser incorporados en la cadena económica asociada a esta importante dinámica. La tabla 1 ilustra algunos de estos levantados por el científico Alvaro José Negret Fernández. La figura 2 presenta la ubicación del departamento del Cauca en Colombia y en América del Sur.

Figura 2

Fuente:elaboración propia

Tabla 1


Tabla 2


2.2 POPAYÁN, LA CIUDAD CAPITAL

Popayán, fundada en 1537 por el Adelantado Sebastián de Belalcázar; posee una temperatura media de 19°C y su altura sobre el nivel del mar es de 1737 m. Su extensión territorial abarca 512 Kms² y está localizada a 646 Km. de Bogotá, la capital de la República de Colombia; posee buena conectividad terrestre y aérea con las principales ciudades del país y con la vecina República del Ecuador y suficiente capacidad de acogida en sus hoteles y servicios complementarios para la prestación de un buen servicio al turismo. (La figura 3 ilustra la ubicación de Popayán en el departamento del Cauca).

Por encontrarse en el camino entre Cartagena, al norte y Quito y Lima, al sur, desempeñó un papel primordial en épocas de la Colonia y ocupó papel preponderante en los períodos Independentista y Republicano, como quiera que muchos de los hombres gloriosos de la patria figuran en sus anales en muy diversos frentes: políticos, militares, científicos, literatos, humanistas y filólogos plasmaron las páginas de la historia del país con sus aportes y su inteligencia.

Figura 3
Popayán, ubicación y escudo de armas


Fuente: Elaboración propia con base en cartografía Instituto Geográfico Agustín Codazzi; escudo de armas y leyenda disponibles en: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Escudo_de_Armas_de_Popayan.svg , consultado en octubre de 2009

Don Julio Arboleda, el “Poeta Soldado” en su poema épico Gonzalo de Oyón Aragón,(12)(1939):escrito en el Siglo XIX, caracteriza a la ciudad como sigue:

Hay un valle feliz: su tierra ondula
en continuas y plácidas colinas,
que la brisa al pasar besa y adula;
por ese valle en ondas cristalinas
el agua precipítase y circula
serpeando entre flores purpurinas:
y al fin de aquel Edén verde y riente
la ilustre Popayán alza la frente.

De sus colinas altas amparada,
como la tigre que asechanza teme
y espera el can, al árbol recostada,
detrás del corvo cerro de La Eme
se la mira de lejos engastada;
desde el Cauca, a la Luz del sol que treme
sobre la alba ciudad en grupos varios
se ven surgir sus pardos campanarios .

Y más allá, como inmortal gigante,
alza la frente el Puracé sublime;
a veces terso, cándido, brillante,
sus anchas bases en silencio oprime;
otras, envuelto en nubes, retumbante,
arroja el fuego que en sus antros gime,
y en sus esfuerzos, o estremece el suelo,
o incendia en Ilamas la extensión del cielo.

Al Sur se encrespa en rocas y montañas,
y ora se encumbra el desigual terreno,
ora se mecen las silvestres cañas
de contrapuestos riscos en el seno;
y nacen del calor plantas extrañas,
que guardan de la víbora el veneno,
cabe el torrente bramador y estrecho
que ha cavado por siglos su hondo lecho.

En los montes, que ya suavemente
hasta besar la linfa, enamorados
descienden, o ya suben de repente
en riscos pintorescos, escarpados,
sus frutos cada zona diferente
ve con los de otra zona entrelazados;
todos iguales, todos juntos crecen
y a un tiempo se maduran y florecen.

Tal es la tierra. El cielo encapotado
pierde por tiempos el azul sereno:
entonces, de relámpagos preñado,
recorre el horizonte el ronco trueno;
por el ímpetu eléctrico turbado,
brota el aire huracanes de su seno:
cae la lluvia, crujen las montañas,
se eclipsa el sol, se inundan las campañas.

Mas la negra tormenta que oscurece
y asorda en torno al mundo y le conturba,
y del cielo la bóveda estremece
lanzando rayos por su inmensa curva,
a la vuelta del sol desaparece,
pasa de nubes la apiñada turba,
y ante la luz pacífica y tranquila,
ni se mece la flor, ni el aire oscila ....

Aquí la vasta cordillera empina
en fantásticos riscos su cadena;
allí en vaivén, elástica se inclina
sobre el tallo gentil de la azucena,
la flor, ante la brisa matutina;
acá el arroyo por la selva suena;
y "ese el llano y su pintada alfombra
que interceptan los montes con su sombra;
y la fruta silvestre, donde toma
su grato olor la brisa pasajera
para mezclar al de la flor su aroma;
y el canto de la tórtola agorera,
cuando la noche en el oriente asoma;
y el variado matiz de la pradera,
que gusto, olfato, oído, vista halagan
y, deleitando el cuerpo, el alma embriagan;
y el Cauca, que entre enormes pedrejones
sus ondas bramadoras alborota,
o preso por altísimos peñones,
en vano el dique de granito azota;
y del ronco volcán las convulsiones,
y el muelle junco que en el lago brota,
la calva roca, la aromosa planta,
todo, en contraste seductor, encanta.


La poética descripción de Arboleda no exagera. Popayán se consolida como una de las ciudades más tradicionales de Colombia y una de sus principales joyas arquitectónicas; la Universidad del Cauca, fundada en 1827 por iniciativa del Libertador Simón Bolívar y del General Francisco de Paula Santander, es hoy reconocida como uno de los centros de educación superior más reputados, motivo por el cual se conoce a Popayán como la “Ciudad Universitaria de Colombia”; las celebraciones de mayor representatividad como la Semana Santa, (hoy declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad) en la que confluyen prestigiosos eventos de Música Religiosa, exposiciones y muestras artesanales de alta calidad como “Manos de Oro”, se complementan con actividades microempresariales. Recientemente, con el Congreso Gastronómico que se consolidó a partir de 2003 impulsando a que la UNESCO reconociera a la ciudad como “Primera Ciudad Gastronómica de América”, vinculada a la Red de Ciudades Creativas y que ha cerrado con éxito su séptima edición en septiembre de 2009, se desestacionalizó el flujo de visitantes contribuyendo a que Popayán se posicione, cada vez más, como destino turístico de talla mundial.

Aunque gran parte de la ciudad fue destruida por un terremoto en 1983, Popayán, la “Ciudad Blanca”, la “Ciudad Universitaria de Colombia”, cuna de diecisiete Presidentes de la nación, ya recuperada, presenta al mundo con orgullo sus centenarias tradiciones, su inigualable gastronomía y a su gente amable y pujante, comprometida con el cambio, que la está llevando de nuevo a ocupar el lugar preponderante que se merece.


2.3 MEDIO AMBIENTE, PAISAJE E IMAGEN TURÍSTICA

Según expertos, Colombia posee en su territorio el 10% de la biodiversidad del planeta y el departamento del Cauca, con seis parques nacionales naturales, el 50% de ese potencial (la figura 4 muestra la ubicación de los mismos). En consecuencia, las ventajas comparativas que la región ostenta para el desarrollo del turismo desde la perspectiva medioambiental son bien claras.

En palabras de García Abad-Alonso, (2007)(13)el análisis de lo ambiental (del latín ambire, rodear), se asimila al contexto; algo que “rodea” un territorio, que puede ser tangible, o inmaterial o figurado. En el primer caso, ese “ambiente” podrá materializarse espacial y/o volumétricamente, asociándolo a un recinto o envoltorio (ámbito) (Del lat. Ambitus, Contorno o perímetro de un espacio o lugar). En el segundo caso, el ámbito podrá rodear a un objeto no tangible con unos límites concebidos en abstracto. Ya sea en uno o en otro sentido, el ambiente podrá ser comprendido como un contorno más o menos demarcado.
Con este planteamiento, parece justificada la posibilidad de espacializar y, por tanto, de cartografiar el ambiente para determinar su potencialidad turística.

Figura 4
Cauca: ambientalmente megadiverso



Sin embargo, las ventajas comparativas propiciadas por las potencialidades que ese medio ambiente provee, no son suficientes para consolidar la competitividad en el turismo. Si se analiza la oferta del departamento del Cauca frente a lo que ofrece el país al mundo en materia turística, no es difícil darse cuenta de que la región enfrenta el problema de poseer exhuberancia en cuanto a potencialidad medioambiental sin haber consolidado aún su impronta, su imagen, su “paisaje turístico” diferenciador para posicionarse de manera innovadora en el contexto global.(14)

Según Zuluaga,(15)(2006) la dimensión objetiva de la realidad geográfica corresponde al medio ambiente, mientras que su representación o lectura se asimila al paisaje. El paisaje asume entonces la dimensión sensible y simbólica de la realidad, una forma socialmente construida de como el medio ambiente debería ser interpretado. (La figura 5 sintetiza estas conceptualizaciones).

Figura5


Para la UNESCO,(Mechtild, 2008)(16), los paisajes culturales representan las obras que “...combinan el trabajo del hombre y la naturaleza”.

El término "paisaje cultural" incluye una diversidad de manifestaciones de la interacción entre el hombre y su ambiente natural.

La mencionada entidad define tres categorías de paisajes culturales bien diferenciadas, a saber:

• Los paisajes claramente definidos, diseñados y creados intencionalmente por el hombre, que comprenden los jardines y los parques;

• Los paisajes evolutivos (u orgánicamente desarrollados) resultantes de condicionantes sociales, económicas, administrativas, y /o religiosas, que se han desarrollado conjuntamente y en respuesta a su medio ambiente natural.

Se dividen en dos subcategorías:

• Un paisaje fósil / relicto, en el cual el proceso evolutivo llegó a su fin.
• Un paisaje contínuo en el tiempo, que sigue teniendo un papel social activo en la sociedad contemporánea, conjuntamente con la forma tradicional de vida.

• El paisaje cultural asociativo de los aspectos religiosos, artísticos o culturales relacionados con los elementos del medio ambiente.

(Rodriguez,2007)(17), con relación al paisaje cultural en tanto modalidad de gestión social, puntualiza:

“(…) el paisaje cultural se convierte en un punto de partida, en un potencial para la implantación de cualquier tipo de utilización turística. El paisaje como recurso visual, escénico y cultural, es la base de la creciente demanda social de actividades recreativas y turísticas”.

Por su parte (Miranda Román, 2006)(18), asocia al paisaje con la imagen en los siguientes términos:

“El paisaje es una imagen que está presente en todo viajero, aún antes de desplazarse al sitio turístico elegido, para efectuar diversas actividades turísticas y culturales. El paisaje visitado es históricamente construido por las personas que viven en el destino turístico; forma parte de su patrimonio y es uno de los atractivos presentados al denominado turismo cultural, que lo defiende, estudia, protege, conserva, difunde y promueve, muchas veces para llamar a inversionistas, otras para fortalecer el desarrollo local, pero también lo modifica, lo transforma o lo altera. El paisaje construido es un producto cultural; es creación del grupo; resultado de sus elecciones y de su esquema cognitivo; mantiene la identidad del grupo al formar parte de su patrimonio y contribuye a establecer sus límites; es, por lo tanto, diverso”.

Si, como afirma Roma I Casanovas, (2003)(19), por imagen se entiende aquel conjunto de creencias, ideas e impresiones que las personas tienen sobre el lugar de destino o bien los conocimientos, prejuicios, imaginaciones y percepciones sobre el mismo objeto, entonces es clara la importancia del paisaje para el estudio de las imágenes de los recursos turísticos.

En palabras del mismo autor, “La imagen turística de los distintos lugares no es lo mismo que el paisaje, pero éste siempre forma parte de la imagen del destino. Y es que, el interés por el paisaje, desde el punto de vista de la geografía del turismo, no deriva tanto del aprecio por el medio ambiente (algo objetivo), como del estudio de las imágenes que hacen posible esta estima. (…) El paisaje es, ante todo, una imagen. Y los turistas se mueven en gran parte por las imágenes que tengan de los distintos destinos que compiten en un mercado cada vez más globalizado”(20).

Así las cosas, queda claro que del atractivo al paisaje y del producto al destino objeto de posicionamiento en el mercado turístico existe un largo camino por recorrer; el desarrollo de esta idea se hará en posteriores acápites de este documento. Entretanto, se presenta al lector la caracterización de las potencialidades del medio ambiente, del paisaje y de la imagen caucanas reseñadas en sus diarios de campo, por un experto conocedor del medio (Castrillón, 2006)(21).

2.4 ALVARO JOSÉ NEGRET FERNÁDEZ – EL CIENTÍFICO INSPIRADOR DE LAS REFLEXIONES SOBRE TURISMO EN LA UNIVERSIDAD DEL CAUCA

Como homenaje a quien fuera el inspirador del proceso de reflexión académica sobre el turismo que desde 1998 se inicia en la Universidad del Cauca, a continuación se transcriben algunas crónicas y descripciones redactadas de manera magistral por el eminente biólogo Alvaro José Negret Fernández (q.e.p.d)(22), primer Vicerrector de Investigaciones del Alma Mater, que ponen en evidencia el conocimiento que este importante investigador poseía sobre el “ambiente” y la geografía y demás elementos que hacen del departamento del Cauca una región con altísimas capacidades para el desarrollo del turismo, por su megadiversidad y las múltiples expresiones culturales de sus habitantes(23).

(La figura 6 ilustra la composición étnica del departamento del Cauca, dando cuenta de la diversidad cultural que caracteriza a esta región):

Figura 6
Distribución étnica del departamento del Cauca


Fuente: elaboración propia con base en cartografía suministrada por la Gobernación del departamento del Cauca

Las referidas crónicas se acompañan con imágenes digitalizadas, adaptadas por quien suscribe este documento, a partir de ilustraciones a mano alzada de autoría del referido científico (Las figuras 7 y 8 ilustran la zona del Patía).

Figura 7
La zona del Patía (Ubicación)

Fuente: elaboración propia

Figura 8
La zona del Patía (caracterización)

Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

“De boronda por el Patía”

Desde épocas de la Conquista y de la frenética búsqueda del dorado, el Valle del Patía fue una de esas regiones que los conquistadores y viajeros evitaron por las condiciones malsanas de su tórrido clima y por la presencia de las mismas febriles del paludismo, la disentería y la fiebre amarilla.

La primera incursión europea al valle del Patía, fue realizada en 1535, por los castellanos Pedro de Añasco y Juan de Ampudia, lugartenientes de Sebastián de Belalcázar, que avanzaron junto con una banda de aventureros hacia las comarcas del norte, más allá de los límites de la gobernación del Perú. Dichos capitanes, con un valor y resignación solo comparables a su codicia y crueldad, como dijera Arcesio Aragón, en su historia de Popayán, recorrieron el norte del valle del Patía, enfrentando y sometiendo a los feroces indígenas sindaguas.

Belalcázar, dos años después, encontró a su paso tan irritados a los habitantes que sólo logró atravesar el valle del Patía luego de vencer la resistencia que le ofrecían en la batalla de Guazábara.

A lo largo del período colonial y hasta épocas recientes, viajeros y mercaderías transitaron obligatoriamente por los frescos caminos de las montañas, única forma de comunicación entre las capitales de Quito, Popayán y Bogotá.

Desfile de indios

Por esas vías andinas desfilaron sudorosos e inconformes, los indios cargados con sus propios tesoros, con los primeros libros y las primeras imágenes sacras de la escuela quiteña. Años más tarde, el inhóspito valle del Patía dio asilo a los primeros negros cimarrones y libertos que desbravaron bosques secos y rastrojos de cactus, abriendo las puertas para el establecimiento de grandes haciendas.

La parte sur del Valle, permaneció desconocida hasta entrado el siglo XX, cuando a raíz del conflicto con el Perú, se designó al ingeniero Julián Uribe para construir la carretera que ligó definitivamente la ciudad de Popayán con Pasto y Mocoa.

He recorrido ese valle desde niño y lo conozco bien a lo largo de sus 80 Km de extensión. La pasada visita la realizamos con estudiantes de la Universidad del Cauca haciendo un recorrido desde las cabeceras de los ríos Timbío y Quilcacé, que forman el Patía, hasta la zona baja de los viejos meandros de La Balsa en el centro del valle.

Sobre la planicie de Piedrasentada reconocimos el origen volcánico sedimentar de gran parte de sus suelos y localizamos en la cima de la cordillera Central los edificios volcánicos de Sotará, San Alfredo y Cutanga, fuentes de los materiales piroclásticos que hace millones de años se depositaron en el valle, luego de descender las montañas en asombrosas avalanchas.

En El Bordo

Junto a la población de El Bordo analizamos sobre el paisaje otra parte de la geología patiana, denominada formación Ismita, la cual tuvo su origen en los sedimentos depositados en el fondo marino y que luego fueron replegados sobre el continente por la acción orogenética que elevó la cordillera Occidental. Esta formación, que lleva el nombre de uno de los ríos más bellos del alto Patía, está compuesta por espesos paquetes de areniscas y conglomerados de centenas de metros de espesor. Uno de sus tres miembros lo constituyen finas y oscuras areniscas donde se observa una sorprendente profusidad de minúsculos caracoles, conchitas y otros moluscos fosilizados que evidencian su pasado oceánico.

Desde el borde de El Bordo divisamos la maravillosa planicie del valle del Patía, que titilaba bajo el calcinante sol del mediodía. En la lejanía y recostados sobre el piedemonte de la cordillera occidental centellaban como pequeños espejos los recodos del río y hacia el otro lado envuelto en sus propias nubes se destacaba el fálico cerro de Lerma.

Descendimos las curvas de La Lupa, de donde se parte hacia los confines de la Bota Caucana, pasando por Bolívar y San Sebastián. Pasamos la pequeña quebrada de Palo Bobo, donde hace muchos años había bosquecitos de verraquillo que los campesinos cortaban y ahumaban para elaborar antipáticos pero útiles perreros.

En El Patía

En el lecho de la quebrada encontramos xilópalos o troncos petrificados de color de ámbar, cuyo origen se remonta al período terciario, época de agitada actividad volcánica que ocasionó su sepultamiento y posterior fosilización. Pasamos de largo frente al ruidoso parador Patía y llegamos al acogedor pueblito del mismo nombre, cuya majestuosa ceiba cubre la totalidad de su plaza central.

De las enormes ramas pendían los frutos maduros y de algunos de ellos se desprendían al aire las sedosas lanas con que los colibríes tapizan sus delicados nidos. Ocho estudiantes cogidos de sus manos, abrazaron su corpulento tronco y al vernos se arrimó Don Jacinto Caicedo Rosales para contarnos que cuando niño, hace setenta años, la ceiba estaba idénticamente igual.

Bebimos el cremoso kumis de la tienda, compramos una gigantesca sandía que alcanzó para todos y seguimos nuestro viaje hacia la orilla del río.

En el centro del valle, sobre la superficie totalmente plana, se irguió como un fantástico castillo encantado el cerro de Manzanillo, cuyo nombre original parece haber sido Charguaiguaico. Allí, según la leyenda de los negros de la pequeña localidad de El Puro, los viernes santos ven una gallina con siete pollitos de oro y existe una gruta que guarda los tesoros de los empautados donde es posible salir con grandes riquezas si se es astuto.

Azul del cielo

El río reflejaba el azul del cielo y sobre las playas de piedras redondeadas, grupos de anguillas y chorlitos migratorios caminaban nerviosos. Bajo la sombra de los guabos florecidos que cobijan las márgenes del río, cardúmenes de sardinas y sabaletas se disputaban en la superficie cuanto caía del árbol mientras un inquieto martín pescador las observaba atento.

Luego de un baño, atravesamos el río para visitar la cocha o madrevieja de Olaya, un antiguo meandro donde nos deleitamos observando las aves silvestres bandadas de garzas blancas y morenas permanecían inmóviles sobre los árboles, las pollas y los gallitos de ciénaga nos miraban maliciosos y una pareja de zarcetas rojas se ocultó entre los juncos.

En ese lugar, años atrás eran frecuentes varias especies de patos como la zarceta negra y el patico bola de mantequilla, que desaparecieron para siempre, como desaparecieron los venados y otras tantas especies.

Deforestación

En los últimos años se ha incrementado dramáticamente la deforestación y la quema de los bosques secos del Patía y por esta razón se encuentran en peligro de extinción la mayoría de los mamíferos nativos y varias de las 182 especies de aves que hasta la fecha hemos reportado en el valle.

La tala indiscriminada, la práctica tradicional de las quemas y la cacería, han destruido uno de los patrimonios biológicos más ricos e interesantes del Departamento y del país en general.

La Corporación Regional del Cauca, CRC, debería cuanto antes crear un programa de localización y protección de los últimos relictos de bosque y, conjuntamente con los propietarios de fincas y haciendas, garantizar la sobrevivencia de las especies vegetales y la fauna nativa.

Se torna además prioritario y urgente un amplio programa de sensibilización y educación ambiental a todos los niveles.

De regreso

Aquel día por la tarde, cuando caminábamos de regreso por el viejo sendero de Olaya, una bandada de torcazas moradas sobrevoló sobre nosotros y emocionados recordamos el sensible soneto a la paloma torcaz del poeta huilense José Eustasio Rivera: Cantadora sencilla de una gran pesadumbre entre ocultos follajes la paloma torcaz acongoja las selvas con su blanda quejumbre picoteando arrayanes y pepitas de agraz y después por la tarde taciturna y vivaz en la copa del guaimaro, que domina la cumbre, ve llenarse los montes de silencio y de paz y entreabriendo las alas que la luz tornasola se entristece la pobre de encontrarse tan sola y al impulso materno de sus tiernas entrañas amorosas, se pone a arrullar las montañas y se duermen los bosques y se apaga la luz.

“Gorgona: La -Perla del Pacífico- ”

Este hermoso relato describe un recorrido por las playas y la selva de las Islas Gorgona. Un ejercicio de reconocimiento de la geología, la fauna y la flora que permitirá caracterizar los ecosistemas que componen el paisaje insular.
Nuestra última visita a las islas de Gorgona la realizamos en compañía de un grupo de estudiantes universitarios con quienes recorrimos por playas y selva, los 12 kilómetros que separan la punta de “El Horno” y la playa de Gorgonilla en el otro extremo de la isla. Hacíamos un ejercicio de reconocimiento de la geología, la fauna y la flora en un esfuerzo académico por caracterizar los ecosistemas más representativos que componen el paisaje insular.

Nos embarcamos en Buenaventura tomando el pequeño barco de carga y pasajeros que realiza rutinariamente el recorrido entre este puerto, el de Guapi y el Charco, en el Departamento de Nariño. Zarpamos a las ocho de la noche después de habernos ubicado en los sofocantes camarotes, donde solo es posible dormir rendido por el cansancio. El barquito llamado “Helmar”, salió del viejo muelle abriendo paso entre una sopa fluctuante de aserrín, cáscaras de naranja y papeles desmechados. El movimiento del barco permitió por primera vez la entrada de la brisa, y sentimos alivio cuando se despegaron las camisas de nuestras espaldas.

El bochinche de los vendedores del pueblo se alejó, y el olor a marisco se hizo menos perceptible. Nuestro barco pasó lentamente frente a enormes buques mercantes anclados en la bahía, donde los marineros se observaban minúsculos entre infinidad de lucecitas encendidas. Media hora mas tarde estábamos navegando mar afuera y el barco comenzó a mecerse al ritmo de las olas. La oscuridad de la noche y la monotonía nos reunió en la cabina de mando.

El capitán, atento al frente y prendido del enorme timón, era un hombre serio que infundía confianza. Nos explicó el manejo de la brújula, el compás, el radio y numerosas mañas de navegación. Había tres marineros que hacían el trabajo de limpieza, cocina y máquinas, entre los cuales el más viejo era un experto contador de cuentos.

Avanzada la noche nos distrajo con sus ricas historias sobre su naufragio en Panamá, donde permaneció por más de 36 horas aferrado a un tanque de gasolina, y su experiencia en una tormenta de olas gigantes frente a la isla del Gallo, durante el maremoto que semidestruyó el puerto de Tumaco.


Figura 9
Gorgona y el Pacífico (ubicación)


Fuente: elaboración propia

Rendidos y hasta mareados, no hubo más remedio que ocupar los ardientes camarotes, dotados cada uno con cuatro estrechas camas cubiertas con sábanas blancas y una almohadita más alta que larga. No había transcurrido mucho tiempo y alguien gritó ¡Gorgonaaaa”. Como resortes, salimos al instante y allí estaba entre la niebla del amanecer.

Semejaba el lomo de un gigantesco dinosaurio de sutil gris azulado, que contrastaba muy poco con el mar. Era el espinazo de esa antigua cordillera que se extendía desde el Ecuador hasta Panamá y cuya continuidad parece ser la Serranía del Baudó.

Así la vio Francisco Pizarro y los trece del pacto de la gloria, quienes en 1527, permanecieron siete meses en Gorgona a la espera de un pequeño bergantín con nuevos refuerzos y provisiones, antes del fatídico asalto al imperio del Tahuantisuyo. A su paso por la isla fueron recibidos por indígenas del grupo Idibáez, probablemente emparentados con los conocidos Sindáguas, que habitaron gran parte del territorio de Pacífico y el Valle del Patía. Varios de los hombres de Pizarro, mientras inspeccionaban el terreno tuvieron el infortunio de ser mordidos por serpientes venenosas, lo que los llevó a asociar aquellas islas con los personajes mitológicos de Medusa, Euryale y Sthenos, las Gorgonas que peinaban cabellos ensortijados de serpientes.


Figura 10
La Isla Gorgona


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

A medida que el barco se aproximaba, el sol fue disipando las tenues nubes y pudimos apreciar los magníficos palmares de coco y los bosques secundarios que recuperan el paisaje de la inclemente presión ocasionada por más de un siglo de explotación. La ocupación y el desmonte tuvo su inicio cuando el libertador Simón Bolívar, hizo entrega de la isla al mayor Federico D´gross, en reconocimiento por los valiosos servicios prestados en la batalla de Vargas. Más tarde, la isla fue adquirida por la familia Payán que estableció las primeras fincas productivas de coco, cacao, frutales y pescado.

En 1959 fue convertida en prisión y así permaneció hasta 1985 cuando ingresó definitivamente al Sistema Nacional de Parques Naturales.

Durante este triste período, hubo cerca de tres mil personas, entre prisioneros, vigilantes, personal administrativo y sus familiares, que dependieron en gran parte de los recursos naturales de la isla. En buena hora, fue declarada Parque Nacional Natural y rescatada para el disfrute de todos los colombianos.

Finalmente llegamos, y el barco se aproximó lentamente hasta el viejo muelle de enormes troncos de mangle, que hoy ya no existe. Por un instante nos asaltó el temor del desembarque: las tablas húmedas, las manos ocupadas con las mochilas, el balanceo de las olas que continúa minutos después de estar en tierra.

En el agua traslúcida, junto a los pilotes cubiertos de ostras, nadaban cientos de pececitos multicolores, y bandadas de fragatas y pelícanos revoloteaban sobre nosotros. Hibiscos asiáticos y otras plantas exóticas mostraban sus flores encendidas en el camino hacia el poblado donde funciona la administración del parque, y un olor agridulce se levantaba bajo los almendros donde los frutos maduros realizaban su limpia descomposición.

Nos sorprendió la enorme infraestructura que mezcla una arquitectura reciente y otra más vieja establecida durante la prisión: jardines, patios, casas, laboratorios y muros derruidos que fueron testimonio de las más censurables infamias. No habíamos organizado todavía nuestros equipos en los apartamentos asignados, cuando vimos pasar a Magdaleno, un negro fornidísimo y excelente pescador que habíamos conocido tiempo atrás en Guapi. Voy a troliar cerca al Viudo para sacar el pescado del almuerzo, nos dijo, y amistoso mostró sus relucientes dientes perfectos. Llévenos Magdaleno repliqué de inmediato y corrí para sacar mi yoyo con nylon de 80 libras y un señuelo metálico salpicado de pintas rojas que escondía un poderoso anzuelo de acero.

Subimos a la lancha y enrumbamos entre las olas azules a las rocas de El Viudo. Pasamos sobre La Azufrada, un extraño lugar submarino donde emanan gases sulfurosos, y un poco mas allá Playa Blanca y su fantástico arrecife de coral. Nos hubiera encantado detenernos y observar los bosques de madréporas con sus cardúmenes de peces amarillos, pero la lancha pasó de largo.

Alcanzamos la punta de la isla y surgió desde el agua cristalina, la impresionante mole de basalto donde las bubias de patas coloridas construyen sus nidos en los estrechos aleros de la roca. Magdaleno detuvo la embarcación para lanzar su grande anzuelo escondido entre plumas de gaviota.

Las olas golpeaban con firmeza el fondo de la embarcación y el agua salada no escurría por el rostro. Nos miramos sin cruzar palabra, lanzamos los anzuelos y arrancó el motor suavemente. Soltamos cada uno unas sesenta brazas y afianzamos los sedales en las manos a la espera del emocionante jalonazo. No demoró mucho. Simultáneamente teníamos prendidas en nuestras líneas dos voraces sierras plateadas. Un poco mas tarde un loro o dorado de grandes ojos castaños y una agresiva barracuda que intentó mordernos al sacarla sobre la lancha. También fue presa del anzuelo un corpulento jurel que mantuvimos preso en el nylon por mas de media hora hasta lograr dominarlo.

En la tarde caminamos por un solitario sendero hasta la playa que los prisioneros denominaban Pablo VI, y que posteriormente se le cambió el nombre por “Yundigua”, en homenaje al último cacique de Gorgona, quien vivió después de la conquista, y de cuya tribu se han encontrado numerosos vestigios, elementos de su cultura material y algunos petroglifos. El camino cruza entre la selva y atraviesa tres riachuelos de agua dulce, donde camarones de grandes tenazas tornasoladas se esconden entre las ramas y las rocas del fondo. En el camino nos detuvo una enorme boa atravesada sobre la trocha y que nos permitió fotografiarla antes de esconderse lentamente en su oscura madriguera.

Vimos el vuelo y oímos el estridente grito del elegante halcón peregrino que visita las islas durante su viaje migratorio entre los Estados Unidos y el Sur de Sudamérica.

Encontramos a nuestro paso, varios afloramientos de komatitas, extrañas rocas oscuras y densas, de textura espínifex, que han atraído hasta la isla a más de un estudioso en geología. Constituyen rocas del piso oceánico, ricas en magnesio, formadas por el súbito enfriamiento del magma en contacto con el agua marina. Junto a ellas, otras rocas de afinidad oceánica y paquetes de sedimentos recientes componían el substrato geológico del paisaje. Finalmente, alcanzamos la playa de arena coralina, entramos al mar y pudimos disfrutar de sus aguas deliciosamente tibias. Quizá esta sea la razón por la que las ballenas jorobadas emprenden sus larguísimos viajes migratorios desde las heladas aguas de la antártica para realizar aquí sus juegos amorosos.

Esa noche en Gorgona caminamos por la playa en busca de sorpresas. Un ejército de pequeños cangrejos caminaba en todas direcciones, y desaparecían en sus huecos profundos a medida que nos aproximábamos a ellos.

Encontramos una centenaria tortuga marina que cavaba amorosa en la arena con sus rígidas aletas, y en el húmedo hoyo depositaba decenas de blancos y esféricos huevos. Nos aproximamos cautelosamente para no perturbarla y en su pesado cuerpo y sus ojos llorosos advertimos la angustia de la extinción.

La lluvia nos tomó por sorpresa y resolvimos regresar al poblado donde dormimos arrullados por el ronco sonido del mar y el gotear de la lluvia sobre el techo de la casa.

Desayunamos, empacamos el fiambre, los materiales de campo, y salimos en dirección al cerro Trinidad entre una tibia llovizna. Atravesamos la pista abandonada y cubierta de vegetación del que fuera supuestamente un aeropuerto en épocas de la prisión.

Cruzamos el piedemonte y nos internamos en la selva por una pequeña trocha que nos llevaría al otro lado de la isla. Había un bosquecito de madures en flor de cuyos pétalos morados exudaba un látex amarillo y pegajoso, usado ocasionalmente por los pescadores como pócima secreta. Deparamos de súbito frente a un sorprendente romerillo o pino colombiano, cuya especie habita las selvas bajas de América Central.

Más al fondo descuellaba un madroño donde una manada de micos capuchinos daba cuenta de las amarillas y ásperas frutas. Por los gritos de alerta y el movimiento entre las ramas pudimos suponer que no éramos bienvenidos. Los monos nos miraban extrañados mientras movían nerviosamente sus cabecitas blancas. Sobre estos primates, tan comunes y conspícuos en la isla, no hizo ninguna alusión Cieza de León, en su maravillosa crónica del Perú, cuando describe con sorprendente acuciosidad sobre la fauna de Gorgona y por esta razón es probable que los monos capuchinos hayan sido introducidos a la isla en época reciente. Tres horas mas tarde habíamos coronado el cerro y pudimos divisar la inmensidad del océano, y al oriente comenzaba a despejarse el continente. Sobre la cumbre cubierta de espesa selva virgen, encontramos la curiosa laguna de La Cabrera, donde vimos deslizar entre la escasa vegetación acuática a las últimas babillas de la isla, ahora celosamente protegidas por los funcionarios del Parque.

Iniciamos el descenso hacia el costado sur, donde encontramos los árboles más corpulentos y magníficos de todo el recorrido, sandes y abarcos gigantes. Algunos presentaban raíces fúlcreas, tabloides o zancos como les denominan los nativos del Pacífico y, donde según ellos duerme durante el día la Patasola. En ese lugar permaneció oculto entre la selva por más de cuarenta días Eduardo Muñetón tamayo, el Papillón colombiano que logró fugarse de Gorgona en tres ocasiones. Sigiloso y huyendo de los guardas que lo buscaban por mar y tierra, logró sobrevivir alimentándose de cangrejos y frutos silvestres, mientras construía, con la ayuda de un improvisado cuchillo, una pequeña balsa de troncos amarrados con bejucos y lianas de la selva.

Muñetón Tamayo estudió el ritmo de las olas y las mareas, observó la dirección de la corriente y una noche de lluvia se lanzó en la oscuridad. La madrugada lo vió remar libre y solitario rumbo a los manglares de Basán. Fue recogido por un barco pesquero que lo llevó a Buenaventura y tres años mas tarde volvería inconforme a la isla.

Finalmente llegamos a la playa de Mancura de arenas verde oscuro, originadas de lavas volcánicas pulverizadas por el intemperismo marino. Líneas de cocoteros repletos de racimos inalcanzables orlaban el borde de la isla hasta perderse de vista, y los cangrejos ermitaños corrían apresurados arrastrando sus pesadas casas ajenas.

Mientras almorzábamos sobre los troncos de plantas derribadas por el embate de las olas, dos aletas amenazantes cruzaron el mar frente a la playa, y largas filas de impasibles pelícanos volaban rasantes sobre el mar espumoso. Bebimos la frescura de los cocos verdes, y continuamos por la playa camino el paso de Tasca. En algunos sectores fue necesario remontar por la selva para evitar los peligrosos acantilados, y por primera vez nos deparamos con una serpiente venenosa que permaneció inmóvil mientras pasamos respetuosos por su lado.

Alcanzamos la inmensa playa de Gorgonilla con sus miles de conchitas y caracoles coloridos; aguamalas y medusas gelatinosas yacían sobre la arena húmeda y bajo el sol abrazador emitían visos iridiscentes.

Las gaviotas y los chorlitos playeros levantaban vuelo a nuestro paso y un enjambre de otras aves marinas revoloteaban sobre la isla de Gorgonilla. Caminamos hasta tenerla frente a nosotros, dejamos nuestras mochilas y decidimos abordarla por el paso de Tasca.

Años atrás era posible pasar de Gorgona a Gorgonilla sin mojarse los pies durante la marea baja, pero ahora fue necesario nadar por algunos minutos. La arena ardiente bajo los pies descalzos no permitió incursionar más allá de la orilla. Sobre los árboles del despeñadero del acantilado, había una enorme colonia de fragatas de mar, y sobre los nidos de ramas secas, sobresalían las siluetas emplumadas de los polluelos.

De regreso, nos internamos nuevamente en el bosque por un magnífico sendero. Al atardecer buceamos sobre los corales de Playa Blanca y descubrimos que la verdadera maravilla de Gorgona estaba bajo las aguas.


“Por los caminos del Micay”
EL LIBERAL, 9 de julio de 1997, Pag. 8.

Desde cuando éramos guías con Camilo Arroyo, amigo de infancia, soñábamos con la posibilidad de conocer las tierras selváticas donde vivían los negros del Pacífico que ocasionalmente visitaban su casa en Popayán.

Figura 11
La zona del Micay (ubicación)

Fuente: elaboración propia

Algunos provenían de las selvas de Yurumanguí y las isla del Ají. Otros, de San Juan de Mechengue a orillas del Micay. Nunca pregunté realmente cual era la razón de su paso por la ciudad y sus largas consultas con el Dr. Arroyo, padre de Camilo. Quizá asuntos relacionados con títulos de tierras, o sucesiones que el padre de Camilo, como buen abogado, ayudaba a resolverles.

Jamás olvidaré las caras sonrientes de aquellos personajes amistosos, sus pies descalzos, sus morrales elaborados por ellos mismos, y los regalos maravillosos que traían para la casa de Camilo: una lora de cabeza azul, pieles de animales desconocidos, sombreros de hojas, bolas de chocolate molido manualmente que desprendían un olor a cacao silvestre, frasquitos transparentes con oro en polvo.


Figura 12
El Litoral Pacífico del departamento

Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

Primer viaje
El primer viaje en busca del encantamiento del Pacífico lo realizamos a los 16 años, cuando la carretera al mar apenas llegaba al Asomadero, sobre el filo de la Cordillera Occidental. Desde allí se seguía por caminos de arrieros y mulas descendiendo y subiendo montañas entre la selva hasta encontrar las aguas plácidas de los ríos litorales y embarcarse en frágiles potrillos.

La primera jornada, era en aquel entonces entre el Asomadero y el próspero pueblito de Huisitó, donde funcionaba una inspección de policía. El recorrido de descenso entre los 2600 y los 1000 metros de altitud, se realizaba y continúa realizándose, entre bosques saturados de humedad, envueltos siempre en nubes provenientes del Pacífico. El continúo trajinar de las recuas cargadas de lulos y plátanos hartones hacían los caminos intransitables por el barro, y en algunos sectores las herraduras de los cascos habían tallado el sendero sobre la roca.

Patos, terneros y marranos
En el trayecto se salía con frecuencia a pequeños abiertos entre la selva, donde se extendían los cultivos de lulo, cuyas grandes hojas espinosas disputaban el sol con millares de hierbas silvestres. El primer paradero de descanso era Tambito, hoy convertido en reserva protectora de la biodiversidad de aquella zona. Una casa amplia a la orilla del río del mismo nombre, construida de tablones de cedro y canelo de aquellas montañas. Allí vivía una señora viuda con sus gallinas, patos, terneros y marranos. Los potreros abiertos entre la difícil topografía estaban sombreados por numerosos árboles de guayaba que indicaban la existencia de un clima más benigno. El camino seguía el curso del río cruzándolo una y otra vez, se alejaba hasta casi perder su sonido y volvía a encontrarlo para permitir saciar de rodillas la sed. Un poco más abajo había un lugarejo denominado La Paila, donde habían establecido sus casas varias familias paisas de apellido Villanueva. Nos ofrecieron aguadepanela con limón y nos contaron que habían llegado de Anserma empujados por la violencia de los años cincuenta.

Por un instante paramos frente al trapiche de madera donde un caballo viejo circulaba alrededor de los crujientes maderos por donde chorreaba el espumoso jugo de caña. El humo vaporoso de olor azucarado impregnaba el ambiente, y las abejas congas atraídas por el dulce nos zumbaban en los oídos.

Paso por Juntas
Luego, pasamos por Juntas, donde se reúnen el río Tambito y el Ispandé, un pequeño caserío de cinco casitas de zinc, donde vive doña María Juana, la dueña de la tienda. Esta, apenas tiene un escaparate con la puerta abierta y está separado de la clientela por una barandilla de palos sin pintar. Sobre las tres tablas, descansaban las chuspitas de azúcar y de arroz, un frasco grande con bananas de anís, cigarrillos pielroja y unas cuantas gaseosas de envases roñosos por efecto del trajín.

Ahora llega la carretera, existe servicio de autobús tres veces a la semana y numerosos jeps realizan diariamente el viaje de turno. Desde Juntas hasta Huisitó marchamos de travesía, entre potreros de pasto micay y ganadería criolla. El pueblo nos sorprendió por su organización, sus casonas de madera y por su maravilloso paisaje.

Llegamos con los últimos tintes del atardecer y cansados nos instalamos en una de las casas donde daban hospedaje. Nos asignaron una pieza en el segundo piso donde había una maleta y una montura que años atrás algún viajero había dejado abandonadas. No nos atrevimos a tocarlas pero hubiéramos querido conocer el contenido de aquella vieja maleta amarrada con correas.

Continuaron el viaje

Madrugamos, y después de un rápido desayuno arrancamos nuevamente camino de las tierras bajas. Descendimos el hondo cañón del río Cocal, cruzamos el puente de madera sobre las turbulentas aguas verdosas que labraron las abruptas peñas y donde los gallitos de roca cuelgan sus nidos y realizan espectaculares danzas de amor.

Ya en el otro lado, iniciamos el ascenso entre el bosque que guardaba todavía la frescura matinal y donde se oían múltiples chillidos indescifrables. Tres horas mas tarde coronamos la subida de Tambores y el camino se hizo más fácil. Aparecieron los primeros cultivos de cacao, cuyas mazorcas moradas, verdes y amarillas pendían de los troncos bajo la sombra, y sus almendras frescas nos ofrecieron un agridulce estupendo, mientras tomábamos el descanso obligado.

Originario de América, el cacao, denominado técnicamente Teobroma, que significa bebida de los dioses, sorprendió a los soldados de Cortés que tuvieron la oportunidad de beberlo por primera vez en México. Paradójicamente su familia botánica Sterculiácea, alude en latín al olor a estiércol de sus flores, y sus polinizadores, minúsculas hormigas, son cautivados por la indecorosa fragancia.

Con Martín “Yuca”

Al final de la tarde, agobiados por el peso de los morrales, arrimamos al rancho de don Martín “Yuca”, que hospitalario nos ofreció su casa para pasar la noche. Vivía con sus dos sobrinos: Sinforosa de unos siete años y Jair, un poco menor, cuyos ojos curiosos y alegres inspeccionaron cada una de nuestras pertenencias.

Cazamos esa tarde un paletón y una chorola de montaña para la cena. Sinforosa me ayudó a despojarles el maravilloso plumaje antes de asarlos en las brasas de un improvisado fogón.

Hace poco tiempo volví a pasar por aquel paraje y pregunté a un arriero que me acompañaba por la suerte de aquella linda familia que jamás podré borrar de mi mente. Usted conoció a Jair? Me respondió sorprendido. Si, el sobrino de don Martín “Yuca”, repliqué. Pues el se convirtió en “Aguililla”, un personaje temido por todos, que mató mucha gente y que enfrentó inclusive a los muchachos de las FARC. Nadie sabe donde se encuentra…Y Sinforosa? Pregunté de inmediato. Era muy bella y hubo por ella mas de un tropel por estas tierras, me dijo sin mirarme. Se fue para Cali, debe estar bien por allá, es una mujer despierta e inteligente.

Una jornada mas debajo de la casa de don Martín, cruzamos la quebrada Santa Rita, donde una garza migrada pescaba inmóvil sobre las piedras cubiertas de musgo. Al fondo alcanzaba a escucharse el ronco rumor del río y sobre las montañas lejanas contrataba contra el verde del bosque, el blanco vuelo de las águilas tijeretas.

La otra historia

Hace unos meses encontré de nuevo a Camilo en Bonanza, diez minutos río arriba de Guapi, donde vive desde hace años con sus amigos los negros del Pacífico. Le comenté la historia de Jair y Sinforosa, porque estaba seguro que le interesaba volver a oir sobre ellos. Me escuchó con atención bajo la sombra fresca de las palmas de coco que crecen al lado de su casa.

Cogiéndome del brazo me dijo: te voy a contar la segunda parte de esta historia: Hace algunos años pasé por allí y encontré nuevamente a los niños. Esa vez al verme me pidieron llorando que entrara a ver a don Martín, que se encontraba muy enfermo. El viejo yacía tendido en su cama con una pierna ensangrentada, y las moscas verdes revoloteaban sobre él con insoportable insistencia.

Don Camilo, allí está la escopeta. Máteme por favor. De inmediato le respondí: No puedo hacerlo, no soy capaz de dispararle a nadie. Me senté a su lado, le tomé la cabeza con mis manos, lo miré fijamente con cariño y le hablé suavemente de cosas de la vida. Cerró sus ojos, puse mi mano firme sobre el rostro y sentí su frágil agonía. Lo enterramos en la huertica de la casa. Desde aquella vez, no he vuelto por aquel camino.

Con el arriero que me acompañaba pasamos frente a la casa abandonada, el techo desfondado dejaba pasar el sol al aposento, y las paredes de bahareque estaban repletas de finos helechillos. La huerta había sido incorporada al reino de la selva y entre los árboles, un guabo florecido dejaba escapar su deliciosos perfume, y sobre sus ramas cuajadas de pomitos blancos revoloteaban avispas, abejas y mariposas


“Río Palo arriba”

EL LIBERAL, 3 DE Octubre de 1997

La región oriental del Departamento del Cauca, entre el Valle geográfico del Cauca y el Nevado del Huila en la cordillera central, guarda extraordinarias historias, ricos recursos naturales y sorprendentes paisajes naturales.

Esa zona montañosa del Departamento, habitada desde épocas inmemoriales por indígenas Paeces, constituye el origen de todas las fuentes hídricas que abastecen los actuales centros urbanos del norte del Cauca, y de ellas dependerán las numerosas industrias que se establecerán próximamente en esa región, acogidas por la Ley 218, mas conocida como Ley Páez.

Desde los primordios de la conquista de América, según las noticias historiales de Fray Pedro Simón, esa bella región fue reconocida por las dificultades de acceso y por la oposición que ejercieron los indígenas que habitaban la sierra alta de los Pijaos.


Figura 13
Fuente: elaboración propia

Paeces y Toribíos

Aparentemente el nombre de Pijao o Pixao correspondió a una confederación de grupos indígenas que unieron esfuerzos para contener la ocupación y el sometimiento español en el siglo XVI. Esa confederación fue constituida muy seguramente por: Paces, Toribíos, Tálagas, Aviramas, Yalcones, Putimaes, Guanacas, Calocitos y Timanaes, cuya ferocidad y su espíritu guerrero solo fue la respuesta a la supuesta necesidad de someter a unos “bárbaros caníbales que no aceptaron ni las instituciones civilizadoras españolas, ni el mensaje redentor cristiano”.

Durante esta guerra fueron realizadas numerosas acciones que llevaron a la destrucción de poblados y puestos avanzados, fundados por los españoles, entre los que destacan San Sebastián de la Plata en 1573, destruido totalmente por el Cacique Calambás, y seis años después la ciudad de Caloto.

De estas luchas en que cayeron vencidos don Juan de Ampudia, Pedro de Añasco, García de Tobar y Domingo Lozano surgieron los mitos de la Cacica Gaitana, Calarcá y Don Baltasar. Solo Pascual de Andagoya, luego de su llegada a Cali, emprendió la conquista de la región, llamada de Apirama, con 150 soldados, 60 caballos y numerosos arcabuces con los cuales lograron vencer a los indígenas. Aún en este siglo los Paeces han hecho sentir la valentía y su amor a la libertad, en la voz de Quintín Lame y Pio Collo que clamaron desafiantes por sus legítimos derechos.

Alrededor del río

Hace días tuvimos la oportunidad de visitar esa región, específicamente la zona que comprende la cuenca hidrográfica de El Palo. Nuestro propósito fue el de evaluar el estado de los ecosistemas naturales y la cobertura vegetal que protege las nacientes de este importante afluente del río Cauca. Tomamos la vía asfaltada que de Santander de Quilichao conduce a Caloto, atravesando las espléndidas llanuras de las viejas haciendas de San Ignacio y Japio, salpicadas de guaduales en cuyos bordes pastan enormes y jorobados cebúes. Media hora mas tarde aparecieron sorpresivamente los grises tejados coloniales de Caloto y las viejas casas blancas de huertos con limoneros de olor a azahar y guanábanos repletos de frutos muricados. La plaza central invitaba al reposo bajo la sombra fresca de sus palmeras y samanes.

Al otro lado del parque relucía la iglesita típicamente páez, que como otras de la región han sido declaradas patrimonio cultural de la nación. Al interior del amplio atrio se destacaba la imagen de la Niña María, cuyos largos cabellos le confieren un semblante infantil, y aprovechamos nuestra visita para confiarle un pedido milagroso.

Retomamos la polvorienta carretera hacia el oriente y vimos sobre las estribaciones de la cordillera los recientes asentamientos de paeces provenientes de Tierradentro, llegados poco después de la fatídica avalancha que destruyó gran parte de su territorio.

Hermoso paisaje

La carretera remonta por momentos pequeñas colinas que permiten divisar la inmensidad del valle geográfico del Cauca. Cañaduzales que se extienden hasta perderse de vista y cuya productividad depende necesariamente de las aguas de riego que provienen de la cordillera. Llegamos a la localidad de El Palo luego de atravesar el puente sobre el río del mismo nombre. Hace un siglo el río Palo era navegable hasta Puerto Tejada, donde atracaban los buques de carga provenientes de Cali y a donde retornaban con enormes cargamentos de plátano, yuca, cacao y frutas tropicales. Desde las puertas de sus casas, los habitantes del lugar pescaban sabaletas, rabicoloradas y bagres y barbudos. Ahora es apenas un riachuelo por la dramática deforestación a lo largo y ancho de la cuenca hidrográfica.

Remontamos por el lado izquierdo, y aguas arriba del río, la carretera se hizo mas difícil por la fuerte pendiente y por los muchos huecos y piedras que era necesario esquivar. Observamos varios puentes colgantes, de arcos sencillos, elaborados en guadua por los indígenas, verdaderas obras de arte sobre las cuales se continúa transportando la cultura material de un lado para el otro.

Dejamos la carretera que lleva a la próspera población de Toribío donde el padre Antonio continúa su ingente labor de establecer el CECIDIC, casi una universidad indígena. Continuamos por la vía que conduce al célebre pueblo de Tacueyó, donde el mercado de día domingo efervecía a eso de las diez de la mañana. La calle había sido tomada por las blancas toldas a cuya sombra relucían cientos de cachivaches y ropas de promoción.

Estaba también el estrepitoso y viejo motorcito que convierte el azúcar en algodones de colores casi venenosos. Había puestos de frutas en el suelo y camiones destartalados cargados de olorosos bocachicos traídos desde el río Magdalena. Vimos elaborar los ya muy raros helados de paila de cobre, en cuyos bordes se critaliza la crema azucarada, mientras gira sobre un nido de hielo. Recorrimos apresurados todas las secciones del mercado y retomamos nuestro viaje en dirección a las montañas. Pasamos silenciosos sobre aquella triste región donde fueron sacrificados por su propio jefe cientos de jóvenes guerrilleros. Entramos en la zona altitudinal de las palmas de cera, las más altas del mundo y árbol simbólico nacional, que otrora cosechaban raspando con el lomo de un cuchillo el cerumen blanco azulado de sus fustes.


Figura 14
El Parque Nacional Natural Nevado del Huila y su zona de influencia


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

Palmas de cera

Cera perlada tan fina como la carnauba brasileña, que en épocas coloniales usaban para impermeabilizar y lustrar las manufacturas de cuero. Don Arcesio Chamizo, vecino del lugar y desbravador de aquellas montañas por allá en los años 30, nos explicó que la existencia de tantas palmas en los potreros obedecía a que nadie las cortaba porque la fibra de sus troncos deteriora el filo de las hachas y machetes. También nos contó que hace muchos años, los osos frontinos se encaramaban por los troncos hasta el penacho de hojas para extraer con los dientes el tierno y suculento palmito.

Había en el lugar, según Don Arcesio, bandadas de pericos de orejas amarillas que se alimentaban de las pepas aceitosas de las palmas. Esta bella especie de loro, semejante a un guacamayo, se encuentra amenazada de extinción, y en la actualidad apenas se conoce un pequeño grupo sobreviviente en los andes de la vecina república del Ecuador.

Nevado del Huila

Finalmente, antes de coronar la cumbre de la cordillera, entramos en los bosques de niebla o selvas andinas, donde las nubes se derriten a su paso entre el follaje. El carro se detuvo ante un enorme deslizamiento que taponaba la vía y desde allí seguimos con nuestras mochilas al hombro hasta la línea, donde existe una enorme antena de la Aeronáutica Civil. Frente a nosotros, como por arte de magia, se destapó el magnífico Nevado del Huila. Una fantástica mole de nieve de 6.5 Km de largo por 2 de ancho, y cuyo pico se levanta por encima de los 5.600 msnm.

Lenguas glaciares descendían casi hasta ponerse en contacto con la vegetación arbórea y los casquetes de hielo reflejaban un azul intenso. En sus alrededores reconocimos la existencia de dos muy distintas especies de frailejones, una de ellas de grandes flores color oro como los girasoles. Sobre los troncos de los árboles había varias orquídeas de flores bizarras, aromas sutiles y encendidos colores.

Tres horas mas tarde divisamos la bella laguna de Paez, en cuyas orillas armamos nuestras tiendas para pasar la noche. El viento silbaba a su paso y hacía crispar la superficie de la laguna. Según Doña Fermilina Calambás, indígena nacida en el lugar, el sonido provenía de la “Madre de agua” que hacía chasquear las olas sobre las negras rocas en señal de extrañeza por nuestra presencia.

Doña Fermilina, a quien le habíamos encargado la preparación de la comida, nos sorprendió con una hirbiente sopa de cuchuco que contenía papa, maíz, ullucos, cubios y coles enteras. Mientras comíamos en la oscura cocina de la casita de bahareque nos contó que después de la avalancha del río Paez, pasaron por allí muchas gentes con palas y picos en busca de lo que quedó del pueblo de Irlanda. Este pequeño poblado se había convertido en un importante centro del mercado de látex de amapola y en los fines de semana los compradores transportaban enormes sumas de dinero en costales de fique.

Casualmente el día de la avalancha se desarrollaba una importante reunión de traficantes oriundos del Valle, Tolima, Huila y Antioquia. Según parece quedaron enterrados en el lodo muchos millones de pesos. Ahora sobre el pueblo de Irlanda solo quedan huecos por todas partes y jaurías de perros hambrientos que devoran lo que encuentran a su paso. El humo del fogón enrareció el ambiente y nos hizo llorar por un instante.

Al amanecer, al otro lado de la laguna, dos pescadores indígenas lanzaban a las heladas aguas sus anzuelos forrados en lombrices y seis paticos blancos nadaban plácidos entre la bruma que se levantaba de la superficie. Les compramos algunas truchas arco iris para el desayuno y luego partimos en dirección al inhóspito páramo de Santo Domingo.

Subimos nuevamente hasta la cima de la cordillera atravesando bosques de laurel donde las torcazas collarejas revoloteaban en grandes parvadas. Volteamos en el alto de la línea e iniciamos el descenso por las nacientes aguas del río Palo. Un conjunto de pequeñas quebradas de aguas oscuras, casi negras, eran el producto del lento destilar de los páramos. Luego se convirtieron en el río Santo Domingo y mas tarde en el río Palo antes de alcanzar el Valle.


Del inventario de atractivos turísticos levantado por el mismo autor, a continuación se incorporan, ad litteram, algunas de las descripciones inéditas que sobre el particular el científico redactó y confió a este autor, antes de su partida definitiva:

PARQUE NACIONAL NATURAL DE PURACÉ

Figura 15

Fuente: elaboración propia

SECTOR DE PILIMBALÁ

A) CABAÑAS Y PISCINAS TERMALES DE PILIMBALÁ: Area recreacional, restaurante, albergues, piscinas de aguas termales, bella escenografía; fauna y flora típica de páramos; pequeña área de camping.

B) ASCENSO AL CRÁTER DEL VOLCÁN DE PURACÉ: A dos horas a pie desde la base de operaciones de la policía nacional; vía de acceso en buen estado. Hermosa escenografía de amplio panorama, pequeñas lagunas glaciares en el camino. Fascinante espectáculo en el cráter; fumarolas activas; enormes rocas y depósitos de cenizas de origen volcánico; ocasionalmente cubierto de nieve.

C) RECORRIDO POR LOS CRÁTERES APAGADOS DE LOS COCONUCOS: Recorrido peatonal de aproximadamente 8 horas; necesidad de equipo apropiado y experticia en montañismo. Cordillera volcánica de 6 Km de largo; imponente paisaje; 6 cráteres extintos muy antiguos fácilmente recorribles sobre arenales y cenizas volcánicas; ocasionalmente cubiertos de nieve.

D) ESCALADA AL NEVADO DE PAN DE AZÚCAR: Imponente volcán apagado de 4.800 msm cubierto generalmente de nieve; difícil acceso; ideal para la práctica de alpinismo; prácticamente desconocido. Necesidad de equipo apropiado y experiencia en montañismo.

LAGUNA VERDE (CORDILLERA VOLCÁNICA): Bella laguna natural de aguas color esmeralda, enclavada entre los picos de los Coconucos; extraordinario paisaje; localizada próxima al pico de Paletará.

MINAS DE AZUFRE: Vestigios de lo que fuera una empresa de explotación comercial del azúfre; profundos socavones; bella escenografía en las faldas del volcán Puracé. Aguas termales de propiedad particular; excelente vía de acceso a 2 horas de la ciudad de Popayán.

RIO VINAGRE, NACIENTES Y CASCADAS: El origen es en el flanco occidental del volcán; forma dos bellas cascadas; la primera de 6 Km debajo de la mina de azufre y otra a diez minutos del poblado de Puracé. Río de origen volcánico único en el mundo que mereció la admiración y el estudio del sabio alemán Alejandro de Humboldt.

CABILDO INDÍGENA DE PURACÉ: Caserío y granja agrícola de los indígenas Coconuco; cultivos y técnicas tradicionales de cultivo de papa, ulluco y maíz; bello paisaje de montañas.

PUEBLITO DE PURACÉ: Iglesia y casitas antiguas; hermosos jardines interiores en algunas de ellas; cascada del río Vinagre de aproximadamente 10 mts de altura a 10 minutos del pueblo; delicioso queso campesino de fabricación artesanal.

Figura 16
Parque Nacional Natural de Puracé – Sector Pilimbalá


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

TERMALES DE GARQUEYO: Fuente de aguas termales a 1 Km del pueblo; sin infraestructura; paisaje de montañas; vegetación muy interferida.

TERMALES DEL TABLON: Fuente de aguas termales a 4 Km del pueblo; sin infraestructura; hermoso paisaje agrícola y natural.

MOLINO DE PIEDRA: Antiguo molino para beneficiar trigo, hoy en día fuera de servicio; próximo al pueblo de Puracé.

SALINAS DE CHIRILO: Fuente de aguas salobres en donde antiguamente los indígenas extraían sal; gran cantidad de aves, especialmente “torcazas”, allí se congregan para beber. Paisaje de montañas; vegetación muy intervenida.

CASCADA DEL RIO ANAMBÍO: Hermosa cascada entre bosques andinos; aguas traslúcidas con suave tonalidad azul; hábitat frecuente del patico de torrentes (merganetta armata), ave amenazada de extinción; localizada a 30 minutos de la carretera que conduce a Puracé.

LAGUNA LA AZUFRERA: Pequeña laguna de origen glacial con aguas sulfurosas entre altas montañas arriba del pueblo de Puracé. Interesante camino de acceso por montañas y quebradas; paisaje intervenido; localizada a 2 horas del pueblo.

B) SECTOR DE SAN RAFAEL

LAGUNA DE SAN RAFAEL: Hermosa laguna de gran tamaño de origen glacial; en ella se origina el río Bedón, denominado en el Huila como río de la Plata; rica en truchas que pueden pescarse con autorización; paisaje de páramo; existe allí una confortable cabaña. Clima frio con frecuentes ventiscas; localizada a 3.300 msnm.

MIRADOR ALTO DE CHORRILLOS: Pequeñas chorreras de agua límpida que alimentan la laguna San Rafael; bella escenografía sobre grandes extensiones de páramos (Malvazá, Páramo de San Rafael y volcán Puracé); trayecto pantanoso y en mal estado. Fauna y flora sobresalientes.

LAGUNA LARGA: Laguna de origen glacial sobre el páramo de San Rafael; hermoso paisaje; flora y fauna sobresalientes,

PÁRAMO DE LAS LAGUNAS: Doce lagunas muy próximas entre sí; bella escenografía; fauna y flora sobresalientes; camino en mal estado, relativamente cercanas a la cascada del Bedón.

C) SECTOR TERMALES DE SAN JUAN

CASCADA DEL RIO BEDON: Hermosa caida de agua de aproximadamente quince metros de altura; fácil acceso, a pocos metros de la vía; abundancia de truchas con posibilidad de pesca. Ocasionalmente fauna sobresaliente.

TERMALES DE SAN JUAN: Extraordinaria formación natural; bella vegetación de musgos, líquenes y helechos. Fuentes termales de diferentes temperaturas y emanación de gases sulfurosos; infraestructura apropiada, caminos y abrigo. Fauna sobresaliente.

Figura 17
Escalada al Volcán Puracé


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

ESCALADA SERRANÍA DEL OSO Y SERRANÍA CRESTA DE GALLO: Interesante recorrido a través de selvas andinas y páramos de fraylejones; ninguna infraestructura y caminos en mal estado; fauna sobresaliente; área ideal para expediciones científicas (observación fauna y flora); bella escenografía sobre la región.

CASCADA DE SAN NICOLÁS: Alta cascada de aproximadamente 30 mts de caída; bella escenografía entre selva andina y húmeda; interesante vegetación y fauna; camino empalizado en buen estado y de fácil acceso, a treinta minutos de la vía principal.

CASCADA SIN NOMBRE: Tres cascadas de pequeño porte de extraordinaria belleza, entre selva andina en estado totalmente natural; fauna sobresaliente; próximas a la vía principal; sin camino; ninguna infraestructura, localizadas a diez minutos de la cabaña de San Nicolás.

CUEVA DE LOS GUÁCHAROS: Pequeña caverna labrada por el río en cuyo interior anidan los Guácharos (Steatornis caripensis); camino en buen estado desde la carratera; recorrido entre la selva andina; fauna sobresaliente, especialmente muchas especies de colibríes. Existe sobre la vía un modesto restaurante de campesinos en donde la comida típica, especialmente la trucha, es deliciosa; facilidad de parqueo y lugar para pic-nic.

E) SECTOR PALETARÁ – MAZAMORRAS:

HACIENDA PALETARÁ: Antigua casona de la hacienda del Maestro Valencia; bello mirador sobre el valle del Paletará y el río Cauca; paisaje de montañas y volcanes. Vegetación muy allanada; agradable recorrido por el río.

TERMALES DE PALETARÁ: Fuentes de aguas termales de propiedad particular; infraestructura deficiente. Posibilidad de baño cancelando un módico ingreso; localizado a diez minutos de la vía.

RIO NEGRO Y LAGUNA DE RIONEGRO: Río de aguas negras, típico de formación paramuna, rico en truchas y que nace en una pequeña laguna al fondo del valle de Paletará; interesante recorrido por los páramos; selva andina y grandes rocas de origen volcánico; camino en mal estado.

CAÑÓN DEL RÍO MAZAMORRAS: Profundo cañón entre abruptos peñascos y selvas andinas. Existen dos caminos empalizados hasta el río; el recorrido se realiza entre selvas vírgenes donde la flora y la fauna presentan una gran variedad de especies, especialmente de aves; el río es rico en truchas; caminata extenuante de aproximadamente tres horas; existen dos miradores sobre la vía.

RIO NEGRO Y LAGUNA DE RIONEGRO: Río de aguas negras, típico

NACIENTE DEL RÍO CAUCA: Larga caminada por selvas andinas hasta el cerro del Cubilete y el cerro del Español; hermoso paisaje andino; fauna y flora sobresalientes; camino de aproximadamente diez kilómetros en regular estado de conservación. Las expediciones deben realizarse especialmente durante los meses de diciembre y enero. Necesidad de equipo y provisiones.

LAGUNA DEL BUEY: Espectacular laguna de grandes dimensiones en un antigua cráter volcánico; hermosa escenografía de páramos y montañas, camino de aproximadamente dos Kmts en buen estado; fauna y flora sobresaliente, especialmente aves y orquídeas. Hábitat del oso de anteojos, venados y conejos.

Figura 18
Parque Nacional Natural de Puracé - Paletará


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

E) SUBREGIÓN MOSCOPÁN.

PUEBLITO DE SANTA LETICIA: Pequeño poblado cuya economía gira especialmente alrededor de la extracción de madera; mercado típico los domingos; clima agradable 16° C; bello paisaje de los picos nevados del Pan de Azúcar; restaurante y modesto hotel.

ESTATUARIA DE SANTA MARÍA: Monolitos localizados entre la selva andina. A cuatro horas desde la localidad de San José; camino en mal estado; selvas vírgenes ricas en fauna y flora.

CASCADA DE LA CANDELARIA: Hermosa caída del río Candelaria de aproximadamente 60 mts de altura sobre el profundo cañón del río Agucatal en límites entre Cauca y Huila; bella escenografía; rico en truchas y bello paisaje natural. Muy próxima se encuentra la famosa “Reserva ecológica” de Merembert, conocida por su rica fauna y flora totalmente protegidas.

ESTATUARIA MONOLÍTICA MOSCOPÁN: Interesante caminada hasta el profundo cañón del río Aguacatal o de la Plata; camino peatonal o en bestia; puente colgante sobre el río; fascinante sitio arqueológico con más de veinte esculturas líticas de extraordinaria belleza y rareza.

F) SECTOR SOTARÁ

PUEBLITO DE PAISPAMBA Y MOLINO DEL SABIO CALDAS: Pequeña población de clima frío (12°C) en cuya proximidad existe la casa y el molino de piedra que construyera el sabio payanés Francisco José de Caldas para beneficiamiento del trigo; bello paisaje de montañas; lugar de gran significación histórica por cuanto allí fue arrestado el ilustre sabio y luego conducido a Bogotá para ser fusilado.

CASCADA DE SAN ROQUE: Estupenda caída del río Quilcacé de aproximadamente treinta metros; gran caudal; romería en el mes de agosto; larga caminada entre montañas; hermoso paisaje de profundos peñascos por donde corre el río Quilcacé.

ESCALADA AL VOLCÁN SOTARÁ: Fascinante expedición para dos o tres días; maravilloso paisaje de montañas; difícil acceso, estupenda panorámica sobre el Macizo Colombiano; posibilidad de albergue con campesinos de la región. Extensas áreas de páramos y selvas vírgenes.

RECORRIDO CAMINO INDÍGENA-CHIAPAS – RIO BLANCO (POBLADO DE RIO BLANCO): Larga jornada de seis horas entre montañas y selvas andinas; camino peatonal o para bestia; bello caserío indígena de Río Blanco sobre las faldas del volcán Sotará; entre las artesanías se destacan las hermosas ruanas de lana virgen; comunidad indígena Yanaconas.

SAN JOSÉ DE ISNOS (Departamento del Huila): Mercado típico, servicio de hotel y restaurantes modestos.

SALTO DE BORDONES (Departamento del Huila): Espectacular cascada de aproximadamente ochenta metros; albergue, restaurante, mirador, extraordinario paisaje.

ALTO DE LOS ÍDOLOS: Centro arqueológico de gran importancia; estatuas monolíticas del período más reciente de la cultura agustiniana; forma parte del parque arqueólogico de San Agustín.

RIO GRANATES: Profundo cañón que constituye parte del parque nacional de Puracé, fauna y flora sobresalientes; bosques andinos en estado natural.

Figura 19
Escalada al Volcán Sotará


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

MACIZO COLOMBIANO

A) SECTOR COCONUCO

HACIENDA DEL GENERAL TOMÁS CIPRIANO DE MOSQUERA: Hermosa casa colonial rodeada de árboles centenarios; algunos muebles y pertenencias originales del general; bello paisaje de montañas y río.

PUEBLITO DE COCONUCO: Pequeño y apacible pueblo de clima moderadamente frío (14°C); paisaje rural de montañas y peñascos; deliciosos quesos artesanales.

HOTEL DE TURISMO: Hotel con servicio internacional; 29 alcobas; hermoso paisaje rural entre peñascos y el río. Localizado en el perímetro urbano del pueblo.

BAÑOS COCONUCO: Parador turístico; piscinas termales; hermoso paisaje de montañas y río. Vía de acceso en gran parte pavimentada, a 10 minutos del pueblo.

Figura 20
Sector Coconuco-Haciendas

Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

BAÑOS TERMALES DE AGUATIBIA Y AGUA HIRVIENDO: Hermosas piscinas de agua termal; restaurante y bar; bello paisaje intervenido; posibilidad de implantación de un área para camping; posibilidad de excursiones peatonales en los alrededores; localizado sobre la vía a Paletará, a 15 minutos del pueblo de Coconuco.

HACIENDA CALAGUALA Y CASCADA DE CALAGUALA: Bella casa antigua, paisaje de montañas y río; muy próximo se encuentra la espectacular cascada de Calaguala (aproximadamente 50 mts de altura); hábitat frecuente de águilas de montaña.

HACIENDA PIEDRA LEÓN O “PIEDRELION”: Abrupto cañón del río Cauca; pesca de truchas; antigua casa con bello jardín.

LAS PLAYAS: Hermosos playones sobre el río Cauca; bello paisaje de montañas y el río; pesca de truchas; camino peatonal o en bestia de aproximadamente 6 Kmt desde Coconuco; posibilidad de camping.

B) SECTOR VALLE DE LAS PAPAS

LA VEGA: Hermoso pueblo de clima moderadamente frío (14°C); casonas coloniales; mercado típico; riñas de gallos; paisaje rural intervenido; próximo se encuentra un antiguo molino de beneficiamiento de trigo localizado a la orilla del río Paletará.

PANCITARÁ: Pequeño poblado de indígenas; hermosa iglesia antigua construída de bahareque y viejas casas típicas; bello paisaje rural; cultivos agrícolas con técnicas tradicionales.

ALMAGUER: Poblado de significativo movimiento comercial; surtido mercado de productos agrícolas; hermoso paisaje hacia el Valle del Patía; riquísima inglesia colonial; casonas antiguas; agradable clima templado.

CAQUIONA: Poblado indígena enclavado en las montañas del Macizo Colombiano; históricamente importante por ser el asiento de indígenas Quechuas (del imperio Inca) que acompañaron a Belalcázar; bella escenografía; clima frío.

PARAMO DE BARBILLAS: Bella formación natural con paisaje de páramo y selvas andinas; escenografía sobre el valle de las Papas; ninguna infraestructura.

GUACHICONO ALTO: Bello poblado indígena localizado sobre el cañón del río Guachicono, frente al volcán Sotará; tejidos artesanales de lana virgen; extraordinarias ruanas tejidas a mano; posibilidad de pesca deportiva; nueva vía de acceso por carretera desde el río Blanco.

CAÑÓN DEL RÍO GUACHICONO: Espectacular recorrido por la vía que conduce de la Sierra a Río Blanco y Alto Guachicono; abruptos peñascos sobre el río Guachicono; varias cascadas entre las que se destacan “Auca” y “La Alasana”. Bello cerro rocoso llamado Punturco, sobre el que se tejen numerosas leyendas.

TERMALES DE PULUYACO: Fuente de aguas termales sin ninguna infraestructura; paisaje rural degradado, localizada a 10 minutos del río Blanco.

Figura 21
Macizo Colombiano


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

VALLE DE LAS PAPAS – VALENCIA: Hermoso valle altoandino; paisaje de montañas y agricultura tradicional; pequeño poblado de Valencia; sin ninguna infraestructura; posibilidad de camping; abundante cantidad de truchas en ríos y quebradas; amplia panorámica de montañas.

NACIENTES DEL RÍO CAQUETÁ: Uno de los mayores ríos del país; espectacular paisaje de montañas cubiertas de selvas andinas; fauna y flora sobresalientes.


Figura 22
El Valle de las Papas – Circuito peatonal


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

PETROGLIFOS DEL PÁRAMO DE LOS LETREROS: Inscripciones rupestres, posiblemente de la cultura agustiniana en la parte alta del páramo de los letreros; hermosa escenografía sobre el valle de las Papas; camino peatonal o para bestias en buen estado; ninguna infraestructura.

NACIENTES DEL RÍO MAGDALENA – LAGUNA DE LA MAGDALENA: Hermosa laguna de origen glacial en la cima del macizo Colombiano enclavada entre los extensos páramos; en ella se origina el río Magdalena que corre hacia el oriente como un pequeño arroyo; todavía existe el camino real, hoy día abandonado, que antiguamente ligó el valle del Magdalena y Bogotá con las provincias del sur.

RECORRIDO VALLE DE LAS PAPAS – SAN AGUSTÍN: Larga jornada de dos o tres días de extenuante pero interesantísimo recorrido a través de páramos y selvas andinas; espectacular paisaje; fauna y flora sobresaliente.

LAGUNAS DE SANTIAGO Y CUSIYACO: Hermosas lagunas paramunas entre imponentes montañas y bella vegetación; las lagunas se localizan relativamente próximas al camino real entre el valle de las Papas y San Agustín; necesidad de guía y provisiones.

C) SECTOR DE MALVAZÁ

TERMALES DE CHUSCALES: Cuatro fuentes de agua termal, localizadas entre exhuberante selva andina; próximas a limpias quebradas de aguas heladas; actualmente no existe ninguna infraestructura pero la región es de gran potencialidad para implantar un programa de desarrollo turístico. Posibilidad de realizar senderos interpretativos de educación ambiental y recreación a través de selvas y páramos en donde la fauna y la flora es sobresaliente.

Figura 23

Fuente: elaboración propia

ANTIGUO CAMINO REAL EMPEDRADO Y EL ALTO DE MAMA DOMINGA: Interesante recorrido peatonal entre Silvia – Gabriel Lopez – Páez; la travesía se realiza por el antiguo camino de locetas de piedra que según los indígenas, data de la época precolombina. Atraviesa el hermoso páramo de Las Delicias, entre altas montañas como el “Alto de Mamadominga” donde los viajeros debían pagar su tributo a los espíritus del páramo para que permitieran el paso sin tormentas y ventiscas. Según la tradición indigena existe allí un gran tesoro de monedas, acumulado a lo largo de años. El recorrido entre Gabriel López y Páez constituye una extenuante jornada de un día.

CERRO Y LAGUNA DE LAS DELICIAS: Hermosa laguna paramuna de aguas grises enclavada entre los abruptos picos del cerro de Las Delicias; la laguna se localiza muy próxima al camino real; de fácil acceso; espectacular escenografía de montaña y páramo; fauna y flora sobresalientes; camino en mal estado.

PARAMO DE GUANACAS (LAGUNA DE GUANACAS Y DE LA HERRADURA): Constituyó el paso obligado de viajeros entre el centro y el sur de país durante el período de la colonia; es una extensa región de extraordinaria belleza escénica; valles altoandinos, ríos, lagunas, nevados y volcanes. Atravesando por la vía Popayán – Tierradentro, relativamente próxima a la carretera, se encuentran las grandes lagunas de Guanacas y la Herradura. Necesidad de guía y provisiones. En la región habitaron los indígenas Guanacas que dejaron importantes vestigios de cerámica en el lugar.

LAGUNA DE CALVACHE: Hermoso valle bañado por el río Palacé; constituye el lecho de una antigua laguna glacial; hermosa escenográficamente entre el volcán Puracé, nevado del Huila y Pan de Azúcar; pesca deportiva en ríos y quebradas del sector.

TERMALES SALADO NEGRO: Fuentes termales sin ninguna infraestructura; bello paisaje rural, clima frío.

D) SECTOR BOLIVAR

GUACHICONO: Pequeño poblado sobre la margen del río del mismo nombre; mercado típico; extracción artesanal de oro de aluvión (barequeo); hermosos balnearios próximos a la población; bella escenografía de montañas, clima cálido (aproximadamente 30°C); excelente pesca deportiva de sabaletas, sábalos, mojarras y barbudos.

CERRO Y PUEBLITO DE LERMA: Imponente formación montañosa intrusa, visible desde toda la región del Patía. En sus faldas se encuentra el hermoso poblado de Lerma cuyo mercado se realiza a la sombra de una gigantesca ceiba que proporciona agradable toque natural. La escalada del cerro, de casi 500 mts de altura, es un atractivo para los amantes del montañismo; existe también una romería al cerro durante el mes de diciembre; en las proximidades del pueblo existen varios balnearios en quebradas y ríos.

RIO SAN JORGE – EL PUENTE: Agradable balneario; clima cálido; aguas cristalinas; posibilidad de practicar pesca deportiva (sabaletas y mojarras). Localizado sobre la vía Guachicono – Bolívar.

SERRANÍA DE LOS AZULES: Hermosa mole montañosa de rocas de color azul; bello paisaje; lugar ideal para expediciones de montañismo; flora sobresaliente. Esta extensa formación geológica se localiza sobre la vía a Bolívar y existen numerosos caminos que la atraviesan en diferentes direcciones.

Figura 24
Termales de Chuscales, Laguna de Calvache, Gabriel López


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

BOLIVAR: Centro comercial de importancia significativa en el Departamento; gran mercado agropecuario bastante pintoresco; iglesia y casonas coloniales; agradable clima templado; extraordinaria artesanía de tejidos y sombreros manufacturados.

CERRO BOLIVAR: Imponente formación montañosa intrusiva; hermosa panorámica; ideal para la práctica de montañismo; paisaje rural muy intervenido.

FUENTES SALADAS DE LA PLAYA CAPELLANÍAS: Explotación artesanal de sal; balneario, fauna y flora sobresalientes; bello paisaje rural intervenido.

SECTOR QUINANÁ – POLINDARA: Pequeña población capital del resguardo del mismo nombre; capilla antigua; paisaje de montañas sobre las nacientes del río Las Piedras.

POLINDARA: Capital del resguardo indígena Polindara; localizado sobre el abrupto cañón del río Palacé; capilla de construcción y estilo indígenas; bello paisaje sobre peñascos; pesca deportiva de truchas en el río Palacé.

Existe un antiguo camino real entre estas dos poblaciones al cual acompaña el curso del río Palacé, entre abruptos peñascos y bosques subandinos; viviendas típicas indígenas.

CORDILLERA OCCIDENTAL
PARQUE NACIONAL NATURAL MUNCHIQUE


MIRADOR EL ASOMADERO: Extraordinaria panorámica sobre las selvas de la costa Pacífica; fauna y flora sobresalientes; localizado sobre la cima de la cordillera Occidental a aproximadamente 2900 msnm.

LA GALLERA: Pequeño poblado de colonos sobre el lado occidental de la cordillera; mercado de productos agrícolas regionales, especialmente frutas; interesante recorrido peatonal o en bestia a través de selvas; fauna y flora sobresalientes; clima templado; camino de herradura en buen estado.

CERRO SANTANA: Máxima altura de la cordillera Occidental en el Departamento del Cauca, a 3.040 msnm; bello panorama sobre gran parte del Departamento; fauna y flora sobresalientes; carretera de acceso en buen estado; ninguna infraestructura.

Figura 25
Ubicación del Parque Nacional Natural de Munchique


Fuente: elaboración propia

CERRO MUNCHIQUE: Montaña a 3000 msnm; extraordinario mirador sobre la región; torre de telecomunicaciones; carretera de acceso en buen estado; fauna y flora sobresalientes.

LA CAVERNA: Interesante gruta natural en medio de las selvas vírgenes subandinas en la cuenca del río Agua Clara; larga jornada peatonal o en bestia por el antiguo camino del general Uribe; fauna y flora muy sobresalientes; clima templado; es indispensable la compañía de un guía; el acceso se realiza atravesando la extraordinaria serranía de La Paz; uno de los lugares de mayor pluviosidad en el Cauca; localizado a seis horas de la Gallera.

EXPEDICIÓN POR EL CAMINO DEL GENERAL URIBE: Camino entre La Gallera y población de López de Micay; jornada de cinco días a través de exhuberantes selvas, peñascos y ríos; fauna y flora sobresalientes. La travesía se realiza por la Serranía de La Paz y la Serranía del Sigui totalmente vírgenes. La expedición requiere un guía experimentado, provisiones y experiencia de campo.

LA CAVERNA: Interesante gruta natural en medio de las selvas

Figura 26
Cerro de Munchique



Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

EXPEDICIÓN RÍO MICAY POR 20 DE JULIO – HONDURAS – GURUMENDI – LOPEZ DE MICAY: Espectacular viaje peatonal a través de las selvas del Pacífico, hasta López de Micay; 3 a 4 días de duración. Posibilidad de embarcarse en López hasta Buenaventura o a Guapi. El recorrido se realiza acompañando el curso del río San Juan del Micay; camino bien definido; gran diversidad florística y faunística.

EXPEDICIÓN RÍO MICAY- ARGELIA – EL PLATEADO – SAN JUAN DE MECHENGUE – HONDURAS – LOPEZ DE MICAY: Viaje peatonal de iguales características al anterior; camino bien definido.

Figura 27
De Munchique al Micay


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

EXPEDICIÓN DEL RIO NAYA: EL CERAL – TIERRA GRATA – ALTO SERENO – EL SALTILLO – LA CONCHA (CONCEPCIÓN): Viaje peatonal a lo largo de la cuenca del Rio Naya entre los departamentos del Cauca y Valle; extraordinaria aventura de 3 a 4 días por entre la selva. Posibilidad de embarcarse en Concepción hasta Buenaventura. Camino bien definido.

LA SALVAJINA
ARENAL: Embarcadero sobre el embalse; bella escenografía sobre gran parte de la represa. El acceso se hace a pie o en bestia desde el punto de “Tierra Blanca” a 20 minutos de la población de Morales.


RIO INGUITO: Agradable paseo en lancha con hermosa escenografía sobre la represa y las montañas circundantes; posibilidad de pesca deportiva.

SECTOR ARQUEOLÓGICO: Varios sitios de interés arqueológico todavía no excavados ni estudiados. Existen allí terrazas, cementerios y estatuaria monolítica de origen precolombino; los lugares más sobresalientes son: Santana, Guayabal, La Meseta y Finlandia; bello paisaje de montañas.

MORALES: Población de significativo movimiento comercial con algunas casonas antiguas, mercado típico al aire libre los días domingo; plaza central con una estatua monolítica muy representativa de la región.

SUAREZ: Pequeño poblado a la orilla del río Cauca, muy próximo al muro de contención y casa de máquinas de la hidroeléctrica; explotación artesanal (mazamorreo) del oro en las arenas del río; mercado típico los fines de semana, rico en frutas de la región; pesca deportiva en el río y en la represa.

BUENOS AIRES: Interesante pueblo de muy agradable clima; algunas casas antiguas; bella escenografía sobre la región; árboles colosales de extraordinaria belleza dentro del pueblo.

Figura 28
Represa de La Salvajina


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

TIERRADENTRO

A) SECTOR DE SAN ANDRÉS DE PISIMBALÁ

SAN ANDRÉS: Hermoso pueblito de casas antiguas; almacenes de artesanías en donde pueden adquirirse tejidos y especialmente las ruanas indígenas Paeces; existen en el pueblo varios restaurantes de comidas típicas.

IGLESIA INDÍGENA DE SAN ANDRÉS: Bella iglesia de bahareque y techo de paja, patrimonio de la nación; construcción muy antigua elaborada por los indígenas.

HIPOGEOS DEL ALTO DE SAN ANDRÉS: Sitio arqueológico de gran importancia; hipogeos policromados en buen estado de conservación.

SEGOVIA: Constituye el sitio arqueológico más importante de Tierradentro; posee aproximadamente 15 tumbas en excelente estado de conservación; algunas de ellas poseen iluminación artificial y se desciende por escalinatas hasta de 10 peldaños o pasos; se localizan a 15 minutos a pie de la sede administrativa.

MOLINO DE PIEDRA: Antiguo molino de beneficiamiento de granos, localizado a pocos minutos de San Andrés; paisaje degradado.

CALDERAS: Importante comunidad Páez con hermosa capilla antigua y viviendas construidas en bahareque por los indígenas; algunas artesanías, tejidos y cerámicas.

ALTO DEL DUENDE: Ubicado un poco más arriba de Segovia, es uno de los sitios arqueológicos más importantes con hipogeos que se encuentran en perfecto estado de conservación; hermosa panorámica sobre la región.

EL TABLÓN: Sitio arqueológico de particular interés donde se encuentran ocho estatuas monolíticas de estilo muy semejante a San Agustín; entre las esculturas figura una pequeña casita que posiblemente tenía utilidad de asiento o trono.

ALTO DEL AGUACATE: Interesante sitio arqueológico en la cima de la montaña que domina la región de San Andrés e Inzá; posee numerosas tumbas, algunas con decoraciones zoomorfas únicas en Tierradentro; la escenografía desde allí es estupenda y se llega a través de agradables caminos para peatones; el ascenso demora por lo menos hora y media desde la sede administrativa del parque.

EL MARME: Sitio arqueológico sobre el lado izquierdo del río Ullucos relativamente próximo a Inzá; allí se han excavado varias tumbas y fueron halladas en el lugar esculturas monolíticas que hoy día hacen parte de la colección del Museo Arqueológico de Tierradentro y otras se encuentran en la plaza de Inzá.

MUSEO ARQUEOLÓGICO DE TIERRADENTRO: Colección bastante representativa de esculturas y cerámicas de la cultura Tierradentro; también una muestra de artesanato y vivienda de otras culturas aborígenes. La casa en madera es una hermosa construcción de amplios corredores y bello jardín.

Figura 29
Parque Arqueológico de Tierradentro


Fuente: Adaptación y digitalización realizada por el autor con base en ilustración a mano alzada de Alvaro José Negret Fernández, (q.e.p.d), 1986

B) SECTOR DE PÁEZ – INZÁ

PÁEZ O BELALCÁZAR: Pequeño pueblito indígena; posee algunas casonas antiguas y un pequeño museo arqueológico y de curiosidades recolectadas por el cura párroco; es posible adquirir en el pueblo algunas artesanías.


INZÁ: Población de notable movimiento comercial; posee varias casas antiguas y una iglesia con algunas piezas de valor artístico. Existe un museo arqueológico de propiedad de la Alcaldía Municipal con numerosas piezas importantes de la cultura Tierradentro; clima templado y muy agradable; los fines de semana se realiza un mercado típico de gran colorido.

CUEVAS DE SAN FRANCISCO: Hermosa formación natural a 2Km de Inzá; flora y fauna sobresalientes aunque el paisaje es bastante degradado por la acción antropogénica.

CERRO DE LA TETA: Formación montañosa de bella escenografía; flora y fauna sobresalientes; agradable paseo de caminata a aproximadamente media hora de Inzá.

PUENTE DE AVIRAMA: Hermosa obra de ingeniería localizada muy próxima al pueblo de Páez.

Como se ha visto, el departamento del Cauca posee potencialidades infinitas para el turismo, pero ello no es suficiente para gestionar esta actividad como es debido; aunque ya se han emprendido esfuerzos en esta materia, aún no se han concretado resultados contundentes que permitan afirmar que la región cuenta ya con un producto(s) turístico(s) altamente diferenciado(s) que le posibilite un posicionamiento claro en el exigente mercado global, sin desconocer que la Semana Santa y el Congreso Gastronómico, ya posicionados y con nicho propio, y que la Mesa de Ecoturismo, previa valoración, está posicionando algunos ecodestinos en la meseta de Popayán a partir de productos consistentes con lo planteado en la Agenda Interna para la Productividad y la Competitividad, sustentados en los procesos y en las expresiones de identidad de sus comunidades y grupos sociales alrededor de dinámicas de tipo productivo y cultural tales como las artesanías, la seda, los cafés especiales, la medicina tradicional, entre otras , como elemento diferenciador(24), que se espera den frutos prontamente.

2.5 VALORACIÓN DEL ATRACTIVO TURÍSTICO

Con la finalidad de avanzar en la solución de las carencias evidenciadas en lo relativo al producto turístico, la Gobernación del Cauca, con el apoyo del Fondo de Promoción Turística, del GITUR, de la Policía de Turismo del Cauca y de la Cámara de Comercio del Cauca, están adelantando el proyecto de valoración de atractivos turísticos del Cauca para estructurar, a corto y mediano plazo, productos turísticos rigurosamente concebidos. El Viceministerio de Turismo ha sugerido, para la valoración de los atractivos, la metodología ilustrada en las figuras 30 a 34, tablas 3 a 6, para obrar en este sentido.

En la figura 30 queda explícito que el analista debe trabajar a partir de atractivos turísticos en los ámbitos cultural y natural, mediante aproximaciones de índole cualitativa y cuantitativa para derivar un indicador que interprete el grado de madurez del atractivo y así estar ulteriormente en condiciones de tomar la decisión mas adecuada para incorporarlo en un producto turístico.

Los criterios de valoración, tanto desde la perspectiva cultural como natural, otorgan pesos relativos del 70% a la calidad del atractivo y del 30% a la significación del mismo, entendiendo esta última categoría en términos de su visibilidad desde ámbitos locales hasta internacionales.

Tal como se ilustra en la tabla 3, las categorías de valoración para el patrimonio material se relacionan con el estado de conservación, la constitución del bien y su representatividad en términos históricos, sociales o culturales.

La Figura presenta los valores tope que pueden asignarse el patrimonio natural en su proceso de valoración en cada una de las categorías constitutivas del criterio de calidad y de significado.

Figura 30

Fuente: Elaboración propia con base en: Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Viceministerio de Turismo, borrador de documento Metodología para la elaboración de inventarios de atractivos turísticos, octubre 2008

Tabla 3

Fuente: Adaptado por el autor con base en: Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Viceministerio de Turismo, borrador de documento Metodología para la elaboración de inventarios de atractivos turísticos, octubre 2008

Figura 31


Tabla 4
Criterios de Calidad y Significado para valoración de atractivos


Fuente: Elaboración propia con base en metodología del Viceministerio de Turismo de Colombia

La ponderación total para el patrimonio material resulta de sumar el acumulado obtenido del criterio de calidad con la puntuación correspondiente al criterio específico del significado del bien (local, regional, nacional o internacional).
En términos metodológicos, para la valoración del Patrimonio Inmaterial, las festividades y eventos y los grupos de interés especial, el procedimiento es análogo al comentado previamente.

Tabla 5

Fuente: Adaptado por el autor con base en: Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Viceministerio de Turismo, borrador de documento Metodología para la elaboración de inventarios de atractivos turísticos, octubre 2008

Figura 32


Tabla 6

Fuente: Adaptado por el autor con base en: Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Viceministerio de Turismo, borrador de documento Metodología para la elaboración de inventarios de atractivos turísticos, octubre 2008

Figura 33


Figura 34


La figura 35 ilustra uno de los instrumentos utilizados para la recolección y sistematización de información para la valoración de los atractivos turísticos.

2.6 DE LA VALORACIÓN DEL ATRACTIVO A LA CONSOLIDACIÓN DEL PRODUCTO TURÍSTICO

Hablar de producto turístico a partir de la valoración de los atractivos que harán parte del mismo, supone, en primera instancia, acoger una conceptualización autorizada sobre lo que significa turismo. En este marco, se adoptará, para todos los efectos del presente documento, lo que la Organización Mundial del Turismo (OMT) opina sobre el particular, en los siguientes términos:
El turismo está conformado por “ Las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias a lugares diferentes a los de su entorno habitual, por un período de tiempo consecutivo inferior a un año con fines de ocio, por negocios u otros motivos.”

Análogamente, se hace necesario tomar posición con respecto al significado mismo de “Producto Turístico” entre las tantas y poco consensuadas conceptualizaciones que al respecto inundan las publicaciones sobre el tema, comenzando por hacer referencia a algunas de las acepciones que toman distancia de lo generalmente aceptado desde punto de vista del marketing turístico y de la concepción estructural-funcionalista.

Muñoz de Escalona (2004)(25)al abordar desde la perspectiva teórica la definición de producto turístico, se aparta del marco pragmático del marketing, por cuanto este aborda, según él, “casos y problemas concretos, individuales y bien identificados” que hacen que la rigurosidad analítica desde el punto de vista de la teoría económica se diluya al posibilitar la adopción de tantas definiciones de producto turístico como significados existan para el analista de turno.

Critica a quienes atribuyen al operador turístico el doble rol de productor y comercializador del producto; para él “Un especialista en marketing, muy apegado a la realidad palpitante, quizá no lo sepa ver. Pero un economista se ve obligado a distinguir ambas funciones. A nadie se le ocurriría decir que una fábrica de frigoríficos es un productor al mismo tiempo que un intermediario. Es una cosa u otra. Nunca las dos a la vez. Aunque la empresa integre las dos funciones, el analista tiene que verlas y estudiarlas por separado.”

Según este autor, el producto turístico “(…) es algo que procede de un proceso de transformación concreto, que se obtiene con una técnica específica, que tiene unos costes y que se vende por un precio que se forma en el mercado correspondiente al amparo de una marca en ocasiones” y, en consecuencia, debe ser uno solo, objetivamente considerado, al margen de su consumidor, en el que el operador es una “empresa especializada en la elaboración de planes o programas de desplazamiento de ida y vuelta cualquiera que sea el motivo, la distancia y el tiempo, para su venta con fines lucrativos”.

Figura 35
Formato para valoración de atractivos turísticos


Fuente: Gobernación del Cauca et-al, Proyecto Valoración de Atractivos Turísticos del departamento del Cauca, 2009

Por su parte, el Sociólogo Korstanje (2007)(26), retoma con sentido crítico conceptualizaciones como las de Acerenza (1993), Boullon (2004) y Kotler(1988) o los que se inclinan por el enfoque estructural-funcionalista, cuando afirma:

“Tanto Kotler como Boullon y Acerenza coinciden en resaltar que el producto turismo es parte de un gran sistema integrado de componentes que buscan el beneficio económico siguiendo parámetros lógico racionales; de esta manera el producto-servicio se transforma casi exclusivamente en una unidad de negocio.

Parte de los problemas que enfrentan los planificadores turísticos a la hora de definir un producto están relacionados con falta de información sobre el entorno, o volatilidad de ciertos aspectos que hacen a la certidumbre en la toma de decisiones.

Por ese motivo, muchos han adoptado un enfoque sistémico (estructural funcionalista) donde oferta y demanda son dos sub-sistemas subordinados a sistemas generales de adaptación y regulación de conflictos. El cambio social, y los efectos inesperados de la acción social han sido relegados en el análisis de los expertos que planifican en esta actividad. Desde un enfoque económico, esta postura nos sería del todo incorrecta, empero desde un prisma sociológico encierra no pocas complicaciones. Lo que por un lado, pretenden ser exactas definiciones se transforman (in facto esse) en puras “indefiniciones”.

Gurría (1996)(27), por su parte, plantea que el producto turístico está constituido por el conjunto de bienes y servicios que se ponen a disposición de los visitantes para su consumo directo, bienes y servicios que son producidos por diferentes entidades, pero que el turista percibe como uno sólo; con relación al destino turístico afirma. "(…) no hay lugar del planeta que no sea un destino turístico actual o potencial: ríos. bosques, costas, montañas, lagos, tundras, desiertos y demás son lugares que los hombres han buscado para vivir y desarrollar actividades lúdicas."

Abem Safa (2008)(28), anota lo siguiente con relación a la contribución que desde lo regional puede hacerse con respecto al desarrollo del producto turístico a partir de la promoción de las industrias culturales, que en mucho coincide con lo planteado por el GITUR con relación a la Tecnoculturalidad:

“Eventualmente, me atrevería a decir que la mejor política de protección de una cultura en la actualidad, no es la que pone obstáculos a las influencias del exterior, sino por el contrario, lo que fomenta la producción endógena y la proyecta hacia un sistema globalizado reafirmando los procesos de identidad y de memoria colectiva. De ahí la insistencia por poner en circulación, aprovechando las dinámicas turísticas, los signos más representativos del patrimonio cultural del Pacífico como un recurso que invita a la compresión, al respeto y al diálogo intercultural.”

La Ley 300 de 1996, o Ley de Turismo, en su Título IV, Capítulo único, Artículo 26, considera al turismo especializado, también denominado “turismo participativo” o Special Interest Travel - en su acepción internacional, como categoría para clasificar los productos turísticos que han de caracterizar a la actividad en Colombia, como sigue:

Ecoturismo: Es aquella forma de turismo especializado y dirigido que se desarrolla en áreas con un atractivo natural especial y se enmarca dentro de los parámetros de desarrollo humano sostenible. El ecoturismo busca la recreación, el esparcimiento y la educación del visitante a través de la observación, el estudio de los valores naturales y de los aspectos culturales relacionados con ellos. Por lo tanto, el ecoturismo es una actividad controlada y dirigida que produce un mínimo impacto sobre los ecosistemas naturales, respeta el patrimonio cultural, educa y sensibiliza a los actores involucrados acerca de la importancia de conservar la naturaleza. El desarrollo de las actividades ecoturísticas debe generar ingresos destinados al apoyo y fomento de la conservación de las áreas naturales en las que se realiza y a las comunidades aledañas.

Etnoturismo: Es el turismo especializado y dirigido que se realiza en territorios de los grupos étnicos con fines culturales, educativos y recreativos que permite conocer los valores culturales, forma de vida, manejo ambiental, costumbres de los grupos étnicos, así como aspectos de su historia.

Agroturismo: Es un tipo de turismo especializado en el cual el turista se involucra con el campesino en las labores agrícolas. Por sus características, este tipo de turismo se desarrolla en actividades vinculadas a la agricultura, a la ganadería u otra actividad, buscando con ello generar un ingreso adicional a la economía rural.

Acuaturismo: Es una forma de turismo especializado que tiene como motivación principal el disfrute por parte de los turistas de servicios de alojamiento, gastronomía y recreación, prestados durante el desplazamiento por ríos, mares, lagos y en general por cualquier cuerpo de agua, así como de los diversos atractivos turísticos que se encuentre en el recorrido utilizando para ello embarcaciones especialmente adecuadas para tal fin.

Turismo metropolitano: Es el turismo especializado que se realiza en los grandes centros urbanos, con fines culturales, educativos y recreativos, que dé lugar a la conservación del patrimonio histórico y cultural, a creación de espacios públicos de esparcimiento comunitario que propendan por el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales urbanos.

En línea con lo preceptuado por la Ley 300, el gobierno nacional lanzó la denominada “Política para el Desarrollo del Ecoturismo”(29), en la que considera esta categoría del turismo “(…) una de las actividades en las cuales se hace más viable la implantación de modelos de desarrollo sostenible”.

En este punto el GITUR coincide plenamente con lo planteado por el gobierno nacional y con las aproximaciones que sobre el particular se han formulado a nivel multilateral. Como lo expresa el Programa Interamericano para el Desarrollo Sostenible del Turismo de la OEA, merece mención especial la “Declaración de Río” en el marco de su programa para la aplicación de la “Agenda 21” aprobada en la “Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente” en 1992, que plantea fortalecer las políticas nacionales y aumentar la capacidad para el planeamiento físico, la evaluación de impacto y uso de instrumentos económicos y regulatorios, así como la información, la educación y el marketing, para que pueda tomar cuerpo un modelo sustentable de consumo y producción en la actividad turística.

La legitimidad en las políticas que se promulguen desde el nivel central depende de la participación activa que los habitantes de las distintas localidades y regiones tienen en los procesos que conducen a esos planteamientos, como lo afirma Pleumarón, (1999)(30)en su documento “Turismo, Globalización y Desarrollo Sustentable” y David Barking en “Ecoturism and Regional Resource Planning”(31). Por su parte, Ceballos Lascurain(32), al advertir sobre la complejidad y multidisciplinariedad del ecoturismo, reconoce la necesidad de la concertación intersectorial como mecanismo para impulsar un verdadero desarrollo en este campo. Estos planteamientos fueron acatados por los actores regionales en la formulación y posterior adopción de la Ordenanza 051 de 2009 mediante la cual se define la política turística regional del departamento del Cauca.

A partir de la Constitución de 1991, la descentralización, y por ende la regionalización, cobran fuerza en Colombia para garantizar que las comunidades aporten a la sostenibilidad de sus sistemas naturales en los diversos frentes que los conforman; vale decir, cultural, social, económico, ecológico, ambiental y tecnológico. En este contexto lo axiológico debe sobreponerse a lo meramente normativo como bien lo recoge la Declaración de las conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (1972), que se concreta en las convenciones para la Protección de la flora, la fauna y las bellezas escénicas naturales de América, el Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, y el Programa Panamericano para el Desarrollo Sostenible del Turismo de la OEA, entre otros. La Ordenanza 051 de 2009, recoge esta inquietud, de manera que no se presenten contradicciones entre lo normativo y lo axiológico para garantizar el equilibrio en este campo tan sensible.

En este orden de ideas el papel de la Ciencia, la Tecnología y los saberes culturales de los núcleos humanos implicados, es otro de los aspectos que necesariamente deben tomarse en cuenta en las reflexiones sobre esta temática. No es lo que se tiene lo que hace rica a una persona o a una región; es lo que se pueda hacer con lo que se tiene lo que aproxima a una región a ese estado de cosas. La aplicación de los conocimientos científicos y tecnológicos y los saberes de las comunidades, permitirá incrementar la eficiencia de los sistemas productivos posibilitando romper con el aparente divorcio existente entre sostenibilidad ambiental y desarrollo económico, mirando el ecoturismo como instrumento y no como fin en sí mismo. Molina (1998)(33), propugna por un modelo según el cual “...se debe crear un nuevo umbral de desarrollo en el que más allá de perseguir la viabilidad de la actividad turística se busque satisfacer las necesidades de las comunidades, de los turistas, y de quienes operan negocios con un criterio de sustentabilidad de los recursos y con la ampliación de los valores culturales vinculados a la permeabilización de la conciencia ambiental”.

Lo anterior supone la existencia de una red de comunidades articulada desde las mismas regiones que integre las percepciones, las necesidades y las decisiones estratégicas de sus habitantes como referente para las que deban tomarse a nivel central. En esta última instancia se ha constituido la Mesa de Ecoturismo del Cauca con la participación de actores regionales pertenecientes al Sistema Académico, al Sistema Regional de Ciencia y Tecnología, al SINA Regional, a la sociedad civil y a los gremios, con la participación activa de las comunidades, que entre sus objetivos básicos debe poner en operación la política ecoturística planteada por el Gobierno Nacional y asimilar lo normado por la Ordenanza 051 a nivel regional.

En términos generales, y volviendo al punto del producto turístico, desde una perspectiva sistémica se acepta que este está compuesto por elementos tangibles (atractivos, facilidades, accesibilidad; el GITUR ha adicionado el componente seguridad) e intangibles (precio, actitud de la comunidad, calidad del servicio, cualidades intrínsecas del producto) que se integran mediante procesos participativos con la finalidad de que el turista experimente una vivencia por la que estaría dispuesto a pagar un precio en el mercado.

La conceptualización de los aludidos elementos tangibles propuesta por quien suscribe este documento es la siguiente:

El atractivo obra como elemento catalizador que incita al turista a realizar la visita en razón de unas particularidades que le harán percibir una experiencia y un disfrute único y diferente con relación a otros parámetros conocidos por él, en función de ciertas expectativas inscritas en el marco de lo lúdico.

Las facilidades son aquel conjunto de requerimientos que hacen agradable la experiencia del visitante durante su visita al lugar que le ha motivado como objetivo de viaje.

La accesibilidad puede asimilarse a los medios y a la infraestructura que permiten al turista desplazarse, sin mayores contratiempos, desde su lugar de residencia al destino escogido para el disfrute de la experiencia turística.

La seguridad, entendida como la ausencia de riesgo no buscado, que confiere al turista un disfrute pleno de su experiencia en el destino escogido por él, en función de su motivación.

Planteadas las anteriores consideraciones y para los propósitos de su dinámica como agente de cambio, resulta claro que el GITUR, desde una perspectiva sistémica e integradora en la que la conformación de redes de actores regionales para el desarrollo de la actividad es condición sine qua non, recoge los presupuestos generales del marketing turístico, adicionándoles la participación activa de las comunidades implicadas, como marco para la conceptualización de un(os) producto(s) turístico(s), en el/los que la Tecnoculturalidad, obrando como elemento diferenciador, permitirá al departamento del Cauca trascender de una oferta poco diferenciada (Ecoturismo, Turismo Cultural, Etnoturismo), a otra especializada buscando captar nuevos mercados en un entorno pletórico de biodiversidad. (Figura 36). Castrillón, Sanchez, Pemberthy, Solís, (2005, 2006, 2007)
Para cerrar el presente acápite y a manera de conclusión, se consideran los siguientes planteamientos:

• El turismo tecnocultural se basa en el respeto hacia el entorno y la visibilización de las formas de vida, las costumbres y las tradiciones que orientan cada proceso de creación y producción de los grupos sociales locales, los cuales se convierten en atributos inigualables capaces de motivar la visita a nuestras regiones de turistas que sabrán apreciar su encuentro con otras formas de conocimiento e intercambio cultural. Es precisamente esa dinámica la que permitirá a las localidades el pleno disfrute de los beneficios que deja el turismo como actividad.

• El uso de enfoques que tradicionalmente se han utilizado para el desarrollo de productos tangibles tiene pertinencia en la creación de productos turísticos, dada su validez, pragmatismo y soporte conceptual, pero incluyendo en el marco analítico la acción decidida de las comunidades implicadas en la estructuración de dicho producto.

• Los procesos productivos describen las relaciones entre el campesino caucano, sus conocimientos, valores, principios, cosmovisión, elementos cruciales en el desarrollo de productos turísticos.

Figura 36
Componentes del producto turístico


Fuente: Adaptado por el autor a partir de propuesta inicial de Sánchez, Pemberthy y Castrillón en ponencia intitulada “Desarrollo de Productos Turísticos fundamentados en las cadenas de productores rurales de pequeña escala en Cauca:Colombia, Una estrategia para el Desarrollo Regional”


• La implementación de productos turísticos requiere la creación de condiciones regionales a nivel empresarial capaces de potenciar el funcionamiento exitoso de plataformas de productos asociados al quehacer de las comunidades rurales de la región.

• El diseño conceptual de productos turísticos es una apuesta interesante para una región como el Cauca en la que se visualiza el turismo como una actividad clave para su desarrollo social y económico, tal como quedó consagrado en la Agenda Interna para la Productividad y la Competitividad, en las dinámicas del Consejo Regional de Competitividad y en la Ordenanza 051 de 2009 mediante la cual se adopta la política turística regional hacia el 2019.

2.7 REFERENCIACIÓN INTERNACIONAL PARA LA ESTRUCTURACIÓN DE PRODUCTOS TURÍSTICOS

Al respecto, vale la pena relacionar lo correspondiente a las conclusiones de reciente viaje a tres países Suramericanos (Chile, Argentina, Uruguay), en los que se hizo una visita técnica para contrastar los avances de actividades turísticas diferenciadoras y obtener un punto de comparación que bien podría servir para la estructuración de productos turísticos en el departamento del Cauca:

CHILE : En Santiago de Chile y zonas aledañas a esta capital, se verificó lo siguiente:

• Las condiciones de conectividad aérea con la capital chilena son excelentes por cuenta de la aerolínea bandera de dicho país (LAN CHILE).

• Las condiciones de conectividad vial son óptimas y marcan grandes diferencias con las que el departamento del Cauca presenta para la competitividad turística. (Aquí vale la pena reseñar que el lunes 15 de junio de 2009, con la presencia del Sr. Presidente de la República, Dr. Alvaro Uribe Velez, se suscribieron tres contratos viales de importancia para la competitividad turística del Cauca, que permitirán avanzar en este punto).

• Chile es un país seguro para el turista; no se presentan hechos que lamentar y los cuerpos de seguridad del Estado son rigurosos para asegurar el cumplimiento de la ley. El cuerpo de carabineros chileno es muy respetado; el secuestro se castiga con cadena perpetua.

• Existen Operadores Turísticos bien capacitados que atienden las solicitudes del turista con lujo de excelencia.

• El tema del termalismo, que ocupa lugar de importancia en el turismo regional, está muy bien cimentado y se cuenta con infraestructura de excelencia y de talla mundial para su operación en el ámbito del turismo de Salud. Se tuvo la oportunidad de visitar las denominadas “Termas del Corazón”, a noventa Km. de la ciudad de Santiago, verificando la excelencia del servicio; este ejemplo bien puede ser tomado en consideración por quienes explotan en el departamento del Cauca esta posibilidad turística, que cuenta con el decidido apoyo del Viceministerio de Turismo y al que PROEXPORT ha considerado como de suma importancia para fortalecer un turismo de talla mundial (figuras 37 y 38).

Figura 37
Infraestructura para el termalismo en Chile



Detalle de la infraestructura de servicio en el complejo hotelero “Termas del Corazón”, cerca a Santiago de Chile

• La infraestructura de apoyo para el turismo en Santiago, con el uso de teleféricos para viajes panorámicos sobre la ciudad, se presenta como un interesante recurso (Figura 39).


Figura 38
Empresarios del turismo de Salud (Termalismo) en Chile


En la foto, el autor con el Dr. Alfonso Bianchi Frost, Gerente de ingeniería y Desarrollo de Termas del Corazón, emprendimiento familiar con 60 años de funcionamiento y excelente posicionamiento a nivel internacional.

Figura 39
Infraestructura complementaria para el Turismo en Santiago de Chile


Teleférico para turismo panorámico en los cerros aledaños a Santiago de Chile

• La agroindustria frutivinícola en Chile mediante emprendimientos familiares, se ha convertido en un elemento de importancia para el producto turístico del país (Figura 40).

Figura 40
El turismo asociado a la industria frutivinícola en Chile


Folleto publicitario de la Viña San Esteban, emprendimiento familiar que exporta la totalidad de su producción y que, a pesar de competir con connotadas viñas como Concha y Toro y Cousiño Macul y en general las ubicadas en el Valle del Maipo, ha logrado posicionarse con propiedad en el ámbito del turismo con un interesante circuito.

ARGENTINA: Además de las conocidas atracciones turísticas en la ciudad capital, arquitectura, monumentos, tango, etc, el agroturismo en este país está tomando posición de manera importante. Se han adecuado, a partir de estancias tradicionales y con emprendimientos familiares, excelentes opciones para disfrutar del turismo rural. La Universidad de Buenos Aires se presenta como el Centro de Educación Superior de mayor importancia para la capacitación en este campo de la actividad turística, desde la Facultad de Agronomía (Figura 41).


Figura 41
Agroturismo: las estancias en la Argentina


Las estancias familiares, se han convertido en excelentes componentes de la oferta turística cercana a la capital de Argentina, proveyendo opciones de turismo especializado

Los operadores turísticos en este país, deben presentar rigurosas pruebas de idoneidad para obtener su licencia.

URUGUAY: Además del turismo tradicional que puede encontrarse en la fronteriza Colonia del Sacramento, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, la propuesta turística de Montevideo y la reconocida Punta del Este, en este país es posible encontrar iniciativas que combinan el agroturismo con elementos diferenciadores, producto de la innovación de propietarios de granjas, quienes explotan la producción de ellas con la dinámica turística. Es el caso de Don Emilio Arenas, coleccionista de lápices, llaveros y cajas de fósforo, quien ha obtenido cuatro Records Guinnes por sus colecciones y aprovechando esta circunstancia ha montado un museo en su granja ubicada en la vía que conduce de Colonia del Sacramento (Patrimonio Cultural de la Humanidad), hacia Montevideo en Uruguay, en la que comercializa productos naturales, (Figuras 42 y 43).

Figura 42
La innovación: estrategia para la competitividad del agroturismo en Uruguay


Folleto publicitario de la granaja Colonia Arenas

Figura 43
El empresario del agroturismo en Uruguay


El autor, con Don Emilio Arenas y sus cuatro Guinnes Record, en su granja turística, en las afueras de Colonia de Sacramento, vía a Montevideo

Referencias

(12) Aragón, A. (1939). Fastos Payaneses 1536-1936, Imprenta Nacional, Bogotá Colombia, pp. 25-26.
(13) García Abad, A., et-al., (1996). Geografía Aplicada, El Medio Ambiente: concepto, significado y carácter, disponible en http://www.geogra.uah.es/web_geo_plan_vegeta/docs_pdf/G-A_El_medio_ambiente- _concepto,_significado_y_car%C3%A1cter.pdf, (consultado en marzo de 2009).
(14)Podría en este punto aventurarse la hipótesis de que este estado de cosas obedece a que los actores regionales relacionados con el tema no han reparado en que medio ambiente y paisaje son dos conceptos bien diferenciados que han sido tenidos en cuenta como sinónimos, impidiendo definir, con la celeridad requerida, políticas y estrategias adecuadas para la competitividad.
(15)Zuluaga Cadavid, P. A. (2006). Una mirada al paisaje como recurso turístico, en RIAT, Revista Interamericana de Ambiente y Turismo. Volumen 2, número 2, disponible en http://riat.utalca.cl/pdf/numero2/pdf8.pdf (consultado en agosto 2009).
(16)Mechtild, R. (1992). Los paisajes culturales y la convención del Patrimonio Mundial Cultural y Natural: Resultados de reuniones temáticas previas, disponible en: http://www.condesan.org/unesco/Cap%2006%20metchild%20rossler.pdf, (consultado en marzo de 2009).
(17)Rodríguez, M. M. (2003), “La idea del paisaje en el turismo de las sociedades postmodernas. Retos y alternativas.” Universidad de La Habana (Cuba), disponible en: http://www.turismoymercado.com/ver_items_descrip.asp?wVarItem=519 , (consultado en septiembre de 2007).
(18) PASOS, Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, (2007), ISSN 1695-7121 pgs. 201-205
(19)Roma I Casanovas, F. (2003). Turismo y Paisaje: Una geografía de la representación turística, disponible en: http://www.geocities.com/francescroma/paisatge.PDF , (consultado realizada en septiembre de 2009).
(20)Op. Cit. Pg 13
(21)Castrillón Muñoz, A.J. (2006). Situación del Sector Turismo y del Medio Ambiente en Colombia, Seminario Iberoamericano sobre gestión medioambiental de la actividad turística, Memorias, Universidad de las Islas Baleares, Palma de Mallorca, España.
(22) El Dr. Rafael Negret F, hermano de Alvaro José, en la presentación de su libro póstumo, “Aves en Colombia amenazadas de extinción”, anota lo siguiente:”Alvaro recorrió todo el departamento del Cauca a pié, fotografiando, filmando y escribiendo crónicas; creó la Reserva y Centro de Investigaciones Tambito, localizada a 40’ Kms al occidente de Popayán. Con el Programa de Educación Ambiental de la Corporación para la Reconstrucción y Desarrollo del Cauca (CRC) publicó un libro de historias ecológicas infantiles titulado “Historias y Cuentos Biodiversos”, donde se pueden apreciar bellas lecciones de ecología, como en la “Huelga de los Gallinazos”, “Historia de la Finquita Miraflores”, “Don Pacho el Cazador”, “Viajes desde una estrella al Mar”, “La Reforma Ecológica” y “Subienda de los Bocachicos y Bagres Pintados”. Todos, incluidos los niños, disfrutarán mucho leyendo este libro.”
(23) En la presentación del libro que recoge sus Historias y Cuentos Biodiversos, el científico, anotaba lo siguiente: “Colombia constituye uno de los países de mayor biodiversidad biológica de la tierra. Se calcula que un 10% del total de las especies de plantas y animales conocidas habitan en nuestro país. Ocupamos el primer lugar en número de especies de aves, segundo en anfibios, tercero en reptiles y mariposas y cuarto en mamíferos. Probablemente somos el segundo país más rico en especies de plantas después del Brasil. Solamente en orquídeas Colombia posee cerca de 4.000 especies, un número semejante al de todas las especies de plantas superiores existentes en la península Ibérica. Lo más sorprendente es que en términos de extensión territorial nuestro país ocupa menos del 1% del total de las tierras emergidas del planeta. (…) Una característica de la fauna y flora colombianas es que muchas especies son endémicas, es decir que poseen distribuciones geográficas restrictivas a pequeños territorios…”; de esta descripción, según los entendidos, el 50% corresponde a la megadiversidad que ostenta el departamento del Cauca.
(24)Una caracterización adicional sobre el punto se encuentra en: Castrillón Muñoz, A.J., Alianza para la Sociedad de la Información @LIS: Experiencias y realizaciones de la Universidad del Cauca, Cap. 11, Contexto de Link-All, Tecnoculturalidad, pp. 206-207
(25)Muñoz de Escalona, F. (2004). De Métodos, de paradigmas y de turismo, disponible en: http://www.eumed.net/ce/2004/fme-marketur.htm, (consultado en junio de 2009).
(26)Korstanje, M. (2007). Algunas Indefiniciones: una crítica al enfoque de producto turístico en la bibliografía clásica. Disponible en: http://pyme.com.mx/articulos-de-pyme/muestra-articulo-datos.php?registro=125, (consultado septiembre de 2009).
(27)Gurria Di-Bella, M. (2000). El Turismo Rural Sostenible como una oportunidad de desarrollo de las pequeñas comunidades de los países en Desarrollo, Ponencia presentada en la Cuarta Feria Turística y de Producción, Buena Noche de Hato Nuevo, Manoguayabo, Santo Domingo, República Dominicana, disponible en: http://kiskeya-alternative.org/publica/diversos/rural-tur-gurria.html , (consultado en septiembre de 2009).
(28)Abed Safa, B. (2008). Un Viaje Etnográfico a través de las Industrias Culturales del Pacífico Sur Colombiano. Monografía de grado, Universidad del Cauca, Colombia, Pg. 64
(29) MINCOMERCIO. (2007). Política para el Desarrollo del Ecoturismo, disponible en: http://www.mincomercio.gov.co/eContent/newsdetail.asp?id=2660&idcompany=1, (consultado en marzo de 2009).
(30)Pleumarón, Anita. (1999). disponible en: :http://www.redtercermundo.org.uy/revista_del_sur/texto_completo.php?id=794 , (consultado en septiembre de 2006)
(31)Barking, D. (1998). Ecotuorism and Regional Resource Planning: Sustainable Development in an Era of International Integration, Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco, México, Cuadernos de Investigación/Tourism Journal on line/VOL. 1/july-december 1998, Articles
(32)Ceballos Lascuarin, H. (1996). Ecoturismo, Naturaleza y Desarrollo Sostenible, Editorial Diana, México D.F.
(33)Molina, S. (1998). Turismo y Ecología, Trillas, México D.F.

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